Mis manos aprietan con demasiada fuerza las sábanas, puedo escuchar mis propios latidos y mi vista está nublada. KJ se acomoda entre mis piernas, se inclina y me besa de una manera desesperada, sus manos recorren mis muslos, baja poco a poco, depositando besos en mi vientre hasta llegar a mis bragas, pero se detiene. Muerde mi muslo mientras me ve fijamente, ansiosa alzo mi cadera. Por fin se deshace de mis bragas, mi piel se eriza ante su tacto, sus dedos juegan y su mirada es fija y seria. Baja su cabeza, y su respiración choca contra mi intimidad. Mi mano derecha viaja a su cabello, mientras que con la otra aparto aquellos que están pegados a mi frente. Su lengua me recorre y no puedo soportarlo más, lo necesito y él solo está jugando. —Papi, por favor... Él sonríe con orgullo. Introduce un dedo mientras muerdo mi labio inferior, tratando de controlarme. Su sonrisa es altanera, se divierte con mi sufrimiento. Introduce un segundo dedo, comienza a moverlos en círculos, aumentando la velocidad y ritmo de estos. Arqueo mi espalda en respuesta de los espasmos que recorren mi cuerpo, él se percata de esto y se aleja. —Oh, eso no pequeña.- se estira hacia la mesita y de ésta saca un condón. Los segundos que tarda en ponérselo se me hacen eternos, finalmente se introduce en mi de una manera lenta, con precaución, su garganta emite un gemido tan profundo y ronco, haciéndome sentir más extasiada. Se queda quieto por un momento, hasta que comienza a moverse lentamente, muerdo mi labio, tratando de no centrarme en el pequeño dolor que me causa. Su mirada es bastante tierna, como si estuviera buscando mi aprobación. Asiento y sus embestidas comienzan a ser más rápidas y duras. No hay ningún otro sonido en la habitación que no sea el ruido del constante choque de cuerpos y piel desnuda entre nosotros. Sus labios atacan mi cuello mientras mis uñas se clavan en su ancha espalda. —Joder, estás jodidamente apretada.- entra en mi de una manera tan brusca que me hace gritar. Su mano está en cuello, apretando levemente. Sé que él está tan cerca como yo. Comienzo a temblar mientras su cuerpo se tensa aún más mientras emite un largo gemido. Se separa para después retirarse el preservativo. —Déjame montarte, papi.- las palabras salen con dificultad de mi boca, puesto que mi respiración está entrecortada y apenas y siento las fuerzas para hablar. Esboza una media sonrisa. —Sorpréndeme.- se recuesta y colocó mis piernas en cada costado suyo mis manos viajan a su miembro, que ya no se encuentra tan erecto. Comienzo a masturbarlo, rozo mi feminidad con su polla ya dura, alineo correctamente la punta en mi entrada, y bajo lentamente tratando de acostumbrarme a su tamaño. —Oh maldición.- gimo y comienzo a mover mis caderas, el sudor cae por su frente. —Joder, te sientes tan bien.-sus dedos se hunden en la piel de mi cintura, alza su cadera y puedo sentirlo aún más profundo. Me apoyo de la cabecera de la cama. Subo y bajo con su ayuda. La habitación se llena de gemidos, maldiciones y jadeos. —Papi... estoy... estoy tan cerca.-chillo y mi velocidad aumenta, sus manos masajean mi trasero dando una que otra nalgada. Los dos llegamos al mismo tiempo, agotada me desplomo en su pecho. Todo este tiempo teniendo la misma fantasía cada noche. Beso sus labios mientras él acaricia mi mejilla, y su otra mano recorre mi espalda. Su cuerpo es tan grande y cálido. —Te amo papi. —Te amo más, princesa.
¿Me extrañaron? ( ͡° ͜ʖ ͡°) Ah, pues si no votan me vuelvo a desaparecer como otros dos meses asñlwdhqks
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Ya hablando enserio, lamento no haber actualizado en mucho tiempo, más no encontraba inspiración, but don't worry, ya la encontré 🌚
