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Maratón 2/?
3.00 am
Despierto sedienta y con un poco de hambre, por lo que me levanto de la cama para ir en busca de un tentempié de medianoche. Cuando llego a las escaleras noto que las luces de la sala de estar están encendidas y veo que KJ está sentado en su sillón de piel, con un vaso de whisky en su mano y la otra en su sien, con los ojos rojos.
—¿KJ?-pregunto tímidamente, él alza la mirada.
—¿Qué haces despierta, Cassandra?- deja su vaso en la mesita y pasa su mano por su cabello. Me acerco con cautela, temerosa.
—Tenía un poco de hambre, ¿tú qué haces despierto y bebiendo?
—Cosas de adultos, Cassandra.-se levanta del sillón y comienza a dirigirse a las escaleras.
—No soy una niña, James.-alzo mi voz, harta de ser tratada como una niña pequeña por él.- No me subestimes.
—Bien, ¿quieres saber qué ha pasado?-voltea exasperado y se acerca de una forma brusca a mí.- Tu madre se ha ido, eso es lo que ha pasado, se ha marchado, vació el armario y se ha ido.-su voz se quiebra.- ¿Contenta?
Veo el dolor en sus ojos, siento pena por él.
—Buenas noches Cassandra.-es lo único que dice y se aleja de mí.
Yo sólo me encamino a la cocina.

[...]

Cuando despierto me doy cuenta de dos cosas; uno, me quedé dormida en el sillón después de haber comido en la madrugada, y dos, son las 10 de la mañana y me he perdido clases.
Subo las escaleras y me asomo por el cuarto que compartían KJ y mi madre, la habitación está vacía.
Sigo recorriendo el piso buscando por todos los cuartos sin encontrar rastro de él, hasta que llego al temido despacho. Abro con cuidado la puerta, y lo veo dormido en su sillón negro.
Entro sigilosamente observando cada detalle de la habitación.
En su escritorio hay una máquina de escribir a la izquierda de su ordenador, en la esquina contraria hay un librero con libros viejos y nuevos, hasta que veo uno que capta mi atención.
Lolita.
Nunca he visto la película ni mucho menos he leído el libro, pero sé un poco de la historia, y siempre he querido leerlo.
Con el mayor silencio posible lo tomo y salgo rápidamente del cuarto, cerrando la puerta detrás mío, me dirijo a mi habitación y me encierro en esta.

[...]

Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la pinta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse en el borde de los dientes. Lo li ta.
Era...

—¿Cassandra?-me sobresalto y cierro rápidamente el libro al escuchar la voz de KJ del otro lado de la puerta.
—¿Sí?-preguntó nerviosa.
—El almuerzo está casi listo.
—Ah, sí... sí, está bien, bajo en cinco.-me levanto de la cama y guardo el libro en mi cómoda. Los pasos de KJ se alejan. Me veo al espejo, y me doy una sonrisa maliciosa, para después adentrarme en mi armario.
Pronto KJ ya no necesitaría de mi madre.

be my daddy // kj apaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora