Capítulo 1

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Desperté. Por un ligero roce que sentí en mi nariz, decidí no hacerle caso. Segundos después sentí otra vez el mismo roce en mi nariz. Abrí los ojos y ví a mi gata Mía.

-Mia ¿Que haces aquí? -la acaricie y la deje en mi cama-.

Me levante y me dirigí hacia el baño que estaba afuera en frente de mi cuarto. Hice mi rutina de todos los días. Baje las escaleras rumbo a la cocina. Entre y ví a Sol la sirvienta de la casa.

-Hola, buenos días Sol.

-Buenos días, mi niña. ¿Que vas a querer de desayunar?

-Cereal, pero yo me lo sirvo, no te preocupes.

-Esta bien. -se dirigió hacia la puerta de salida de la cocina, pero se detuvo-.

-El Sr. Sánchez no esta, salió muy temprano. -me dijo-

-Ah, esta bien, gracias. -se fue-

Me serví cereal. No me sorprendió el saber que no estaba mi padre, siempre se la pasa en su oficina y más ahora que tiene un grupo de música, un tal 'CD7''o algo así. Ya había oído hablar de ellos pero nunca les preste atención.

Termine de desayunar y me dirigí hacia mi cuarto. Acomode mi cama, luego mire el calendario que estaba en mi tocador, vi que era lunes, rápidamente vi mi reloj de mano y eran las 7 de la mañana.. ¿¡QUE!? ¿¡LAS 7 DE LA MAÑANA!?. Corrí hacia mi closet y saque unos Jeans color negro y una blusa color crema, con un corazón de diseño, también agarre mi chaqueta favorita, color negro. Me puse rápidamente la ropa que avía escogido y unos converse negros. Agarre lo más rápido que pude mi mochila y metí unos cuantos libros. Me desenrede mi cabello -era largo, negro y un poco rizado-. Tome mi celular y Baje las escaleras rumbo a la puerta de salida. Salí y estaba Don. Luis -el chófer-

-Señorita, la estaba esperando -abre la puerta del coche-

-Ah.. Este lo siento, pero estoy llegando tarde a la escuela, así que me voy en mi moto (era una Harley, color negro). -corrí hacia el garaje, tomé las llaves de una repisa e encendí el motor, me subí, me hice un chongo y me puse el casco al igual que unos guantes-.

Me heche de reversa y salí lo más rápido que pude, en el camino recuerdo a ver salteado uno o dos semáforos. Llegue, me estacione, me quite los guantes y el casco, me baje y corrí hacia el salón. Hasta que llegue.

-Buenos días maestro -dije acomodando me el cabello y respirando agitadamente-. ¿puedo pasar?

-Llegando tarde eh... Pase. -dijo en un tono seco-.

-Gracias -pase vi que alguien alzó su mano... Era Frida mi mejor amiga desde la primaria, que me hacía señas para sentarme alado de ella-.

-Hola -susurro en voz baja-

-Hol.. -me interrumpió el maestro-

-Señoritas, ¿Pueden guardar silencio? O me veré en la situación de sacarlas del salón.

-¡Si maestro! -dijimos al mismo tiempo-.

Las clases transcurrieron. Hasta que llegó la hora de receso, por fin.

Acompañe a Frida a la cooperativa, ella como siempre se compro una ensalada de cítricos.

-¿No te vas a comprar nada? -me dijo-.

-No, es que desayune cereal. -le dije desinteresadamente, mientras nos dirigíamos hacia una banca.

Cuando Frida término de almorzar nos fuimos al salón, no pasó mucho tiempo para que tocarán el timbre. Todos entraron y se dirigieron a su lugar, en eso entra el Maestro Gala el cual pido silencio.

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