El sonido atronador de los equipos tridimensionales se escuchaban a través de todo el espeso bosque, Erwin llevaba el primer grupo por tierra, donde Eren se encontraba. Levi y su nuevo escuadrón los seguían por los árboles, cubriéndoles la espalda venia el grupo de Hanji.
Un titán de siete metros se alzaba frente a Erwin, una estela de humo pasó sobre su cabeza; Levi se adelantó a deshacerse de aquella bestia.
La madera crujió cuando rebano con fuerza la nuca del muñeco de entrenamiento.
- ¡bien, enano!- gritó Hanji levantando los brazos.
- ese era el ultimo- gritó el rubio- ¡volvamos!
El entrenamiento fue duro y el mas largo hasta ahora, se había consumido toda la mañana probando la nueva formación que Armin le comento al comandante Erwin y que al parecer era bastante confiable. la próxima semana se haría otra expedición hacia Shinganshina pero esta vez optarían por cruzar a través de los bosques y detenerse en una de sus bases en vez de ir directamente al objetivo.
"será mas seguro" rogó Armin.
Erwin acepto cuando Levi y Hanji le dijeron lo mismo.
Ahora regresaban al castillo pues aun les faltaba bastante por hacer, entre ellas la limpieza general que el Capitán Levi les obligaba hacer todos los días.
- vuelvan a los caballos- dijo el pelinegro.
- ¡si, señor!
Sasha, Connie, Ymir, Christa y (muy a su pesar) Jean formaban parte de su nuevo escuadrón, no eran precisamente lo mejor que había visto pero si eran los mas destacados, también estaba la bella pelinegra que últimamente no se separaba de él, pero él no replicaba absolutamente nada ya que también disfrutaba de la compañía de la talentosa cadete.
Cayó con gracia en la silla de su caballo de color chocolate, el resto de los muchachos lo imitaron pero no había rastros de la pelinegra que siempre cabalgaba a su lado.
- ¡Mikasa!- gritó Christa, alertándolos.
El grupo entero vio como, en cámara lenta, la mejor de los soldados estrellaba su lado derecho contra un árbol antes de desplomarse hacia el suelo.
Con una velocidad que hasta el mismo desconocía se lanzó del caballo con su equipo y antes de que la azabache impactara sobre la tierra la tomo entre sus brazos, sin poder tomar un nuevo agarre de alguno de los altos árboles los dos cayeron rodando, manchándose de tierra y llevándose unos cuantos rasguños pero nada comparado a las consecuencias que habría tenido si no hubiera actuado a tiempo.
- ¡¿acaso tu quieres matarme de un maldito infarto, mocosa idiota?!- preguntó Levi cuando se detuvieron.
La azabache había quedado debajo del pelinegro, él la miraba con la preocupación plasmada en su rostro, con los ojos ligeramente mas abiertos de lo normal y la respiración acelerada; en su mejilla se apreciaba una línea casi del tamaño de su ojo, sangraba.
- estas herido- dijo Mikasa, ignorando la pregunta anterior del mayor y tomándole con cariño la mejilla herida.
Abrió desmesuradamente los ojos ante tal contacto, su mano era cálida y sorprendentemente suave.
- Mikasa- gritó Hanji- enano, ¿están bien?
Bajo de su caballo con prisa, hizo a la joven a un lado, ignorando las quejas del pelinegro sobre el ridículo apodo.
-vimos como caíste- dijo la castaña- rápido, debemos llegar a la base para poder revisarte como es debido.
Los tres empezaron a andar hacia sus caballos a una velocidad considerable. Levi miraba de reojo a la pelinegra notando asi su mueca de dolor mal disimulada.
ESTÁS LEYENDO
Amor Y Odio
FanfictionUna pequeña discusión desencadenara una ola de sentimientos. Rivamika