Vino Tinto

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- ¿sabes qué hora es, Rivaille?- preguntó Erwin con un notable enojo.

- pasadas las doce del medio día, señor- contestó el azabache.

- ¿podrías explicarme qué horas son estas de presentarse?- volvió a preguntar.

- perdóneme señor- dijo Mikasa adelantandose, haciendo el saludo militar- me temo que fue culpa mía, no me encontraba en condiciones y el capitán Rivaille me ha atendido.

- ¿y qué se supone qué hace aquí entonces?- el rubio ya no la dejo contestar y rápidamente volvió su atención a Levi- sabrás que, aunque seas el capitán tendré que imponerles un castigo, ¿verdad?

- si, señor- dijo, mirandolo hacía arriba- asumire el castigo de ambos.

- ¿eh?- dijo Mikasa, descolocada.

- muy bien- miró hacía el gran campo verde- la comida se servirá en hora y medía, hasta entonces correras en el campo.

- ¡si, señor!

- ¡¿Qué?!- gritó la ojigris, evitando que se le escapara un "¡¿está usted loco?!"

- estoy siendo muy amable, Levi- dijo, dandole la espalda- la lider Hanji la espera en la enfermería, Akerman.

- pero...

- callate mocosa y vete ya- dijo Levi, tomandola de los hombros y dandole un tierno beso.

- pude tomar mi castigo- dijo Mikasa, enojada.

- no lo creo- volvió a besarla- ahora vete.

A regañadientes se encaminó hacía la enfermería, dejando solo al mayor que ya empezaba a dar la primera vuelta.

La verdad era que sí, Mikasa no se sentía del todo bien, había despertado con su cuerpo completamente adolorido y un fuerte ardor en las caderas.

Levi sonrió con el recuerdo, era ya su tercera vuelta y por tener la cabeza en las nubes ni por enterado se daba.

Recordó que habían hecho el amor casi hasta el Alba, durmiendo apenas un par de horas, para ninguno de los dos era una novedad que no durmieran parte o la noche completa, pero fue una verdadera tortura levantarse.

///// flashback
- oi, Mikasa- dijo Levi- levantate.

La azabache se removió en su lugar, soltando un quejido.

- vamos, mocosa- beso su cuello y hombros- despierta dormilona.

Ella volteó a verlo unos segundos, él no pudo recordar algo más hermoso que su mujer, su oscuro cabello alborotado, sus ojos brillantes y sus carnosos labios entreabiertos, exclamando su nombre.

- Levi...- dijo sonriendo.

- ¿si?

- no puedo moverme...

Aquella sonrisa boba que tenía se borró de un instante a otro, se regaño mentalmente una y otra vez, debió ser más suave con ella, no por nada le había entregado su virginidad y él se sacio como si el mañana no existiera.

Ahora ella estaba adolorida y lastimada por su culpa.

No pudo evitar sentirse culpable, hizo a un lado las sábanas descubriendo una gran mancha de sangre en ella.

- tranquilo- dijo la ojigris, tomandolo de las mejillas- eso es normal.

- lo siento, yo... te lastime...

- no te preocupes por eso amor- dijo, pegando su frente a la de él- no es como si no me hubiera gustado.

Ambos rieron, fundiendose en un apasionado beso.

Amor Y OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora