Sin Miedo A Nada (Ashley y tú)

XXXII

Andy mantuvo la calma y subió a su habitación con la vista nublada, entristezida. Escuché la puerta de su cuarto cerrarse ligeramente y tomé asiento junto a Ashley.

-él está destrozado ¿cierto?-dijo pasando su brazo por encima de mis hombros.

-En millones de pedacitos-Me recosté en su pecho.

-Espero que se pueda mejorar-dijo después de besar mi cabeza.

Miré a Ashley como si fuese un dios, sus ojos marrones se quedaban fijamente posados sobre mi boca. Acerqué mi lengua a su boca, rogandole que me dejese entrar en ella. Terminamos uniendonos con un cálido beso.

+

Andy  ya se había tranquilizado y bajó a cenar, sus ojos se veían hinchados y rojos, su mirada estaba decaida. Él estaba mal. Alejandra y yo platicabamos en el comedor mientras tomabamos café. Andy se acercó a mí y miró lo que había dentro de mi taza. La tomó sin decir nada y volvió a subir con unas cuantas galletas en la mano.

-¡Andy!-escuhé como desde las escaleras soltaba una risa maliciosa. Sabe que odio que me quite el café.

-Tu hermano es raro- susurró Alejandra mirandolo subir.

-Pero te gusta-reí y fui por otra taza con café.

-Cállate _____- rió después de tomar un trago a su café.

Pasamos la tarde platicando sobre nuestros problemas y chismes. Dieron las 11 y Alejandra se fue a su casa, nunca lo noté ni por más mínima casualidad de que Andrew estaba sentado en las escaleras escuchando toda la platica entre Ale y yo... supongo que se dió cuenta de que Ale lo ama.

Andy sigue destrozado por culpa de Juliet, jamás se había encerrado tanto tiempo en su habitación.