La historia de mi vida es complicada. No comenzó como la vida de un humano, ni como la de un animal, aun que muchas veces me sentí como uno.
Mi vida fue diferente a todas las existentes desde el primer respiro y con mi primer llanto, todo empeoró.
Los humanos desean tener magia, hacer cosas sin tener que mover un pie, obtener todo de la nada. Pero la magia no es así...
—¿Listo para un día más como un apestoso humano?
Negué con la cabeza observando a, Eros, pasearse por la habitación vacía con las manos en los bolsillos.
—Estoy comenzando a cansarme de este juego de niños —admití entre dientes. No me gusta demostrar mi desagrado pero estoy llegando a mi límite.
—Dímelo a mí, amigo.
De todos mis conocidos, Eros es al único que dejo llamarme amigo.
—Bueno, entonces vamos a ese ruidoso lugar. ¿Cómo se llama? —Puso semblante pensativo, acariciando su barbilla con su mano derecha— ¿Club?
—Casino —le corregí, agarrando el saco negro que él trajo para mí.
—Casino, el infierno de la tierra.
Lo curioso es que estamos aquí para evitar el infierno pero presiento que esta noche voy a quemarme en brasas en ese infierno donde los humanos disfrutan o sufren. Como quieran verlo y dependiendo de qué tanta sensatez tienen.
Sentí un cosquilleo en mis manos que decidí ignorar. Ya tendremos tiempo para sacar la magia mala cuando sea el momento de la lucha.
Llevo aproximadamente veinte años en el mundo de los humanos, intentando convivir como uno, dejando de lado mi magia, al menos lo más que puedo. Me dejé convencer de mi madre para ser desterrado por las buenas del mundo mágico, solo porque los hechiceros le tenían miedo a un niño maldito.
Pobres cobardes...
Así que aquí estoy, a punto de entrar en un casino de Las Vegas, donde está una demi-âme malvada que quiere acabar con la vida de los humanos. ¿Y qué tiene que hacer el bueno de Sylver para que su madre esté orgullosa? Matar a la demi-âme malvada. Más que su hijo, parezco su sicario.
—¿Cuál es el plan? —preguntó Eros ya en el auto en marcha.
—Entrar, capturarla, llevarla a nuestra fortaleza, torturarla y luego matarla —me encogí de hombros. Saqué un cigarrillo de mi bolsillo y con un chasquido lo encendí—. Ya sabes, lo típico que hacemos siempre que tenemos estas misiones aburridas.
—Disfrutaría mas este trabajo si la demi-âme fuera atractiva, ¿no crees? —sonrió con maldad, dejando a la vista el piercing en su lengua.
—Claro, para que nos lave el cerebro con sus encantos —respondí con sarcasmo, tirándole el humo del cigarrillo en el rostro—. Piensa con la cabeza sobre tus hombros, no con la otra.
Pero no puedo culparlo por querer algo de atención femenina. Desde que nos mandaron con los humanos, han sido pocas las demi-âme buenas a las que nos hemos encontrado. Y tener algo con una humana no está en nuestros planes.
—Dices eso porque tu tuviste atención hace... —levantó su mano derecha, bajando sus dedos uno por uno, hasta dejar el dedo de en medio— un mes.
Una demi-âme muy inexperta y siete años menor que yo. Casi me sentí culpable al día siguiente... Casi.
Las calles de Las Vegas estaban inundadas de turistas, tomando fotos y siendo muy felices, completamente ajenos a la situación que podría acabar con sus vidas. Nunca hay que subestimar el poder de una demi-âme rabiosa. Su poder puede llegar a ser más fuerte que hasta el de la familia real.
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Príncipe Desterrado. [TERMINADA]
FantasySylver, el príncipe desterrado, está cansado de las reglas del mundo mágico. La organización fue creada para que los demi-âme y hechiceros pudieran comenzar una vida nueva, junto a los humanos en vuestro mundo ordinario. Sin embargo, el romance ent...