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Martes por la mañana, la primera clase que tenía era gimnasia. Y acompañadas iban mis ganas de tropezar con una piedra y morirme.

Até uno de mis cordones antes de entrar al club donde entrenábamos.

— Buen día Lina — mi compañera me saluda cuando levanto la cabeza. Le sonrío por inercia.

— ¿Cómo estás? ¿Por qué no fuiste al cumple de Cata? — me apresuro.

— Tenia que estudiar y mi mamá no me dejó — bufó girando los ojos y luego se rió.

— Me hubieras dicho boluda, y le decía que venias a estudiar en casa.

Entramos al club caminando al lado, a lo lejos logro ver a la profesora junto a mi grupo de compañeras de curso y a mi hermana.

— ¿Qué hacés acá? — le pregunto extrañada.

— Teníamos práctica de Cesto con el equipo — dice encogiéndose de hombros, tras saludarme con un beso. Ya me parecía raro no haberla visto a la mañana para desayunar. Aunque para ser sincera, con el sueño que tenía, podría haber pasado por su lado y no haberla visto.

— ¿Me esperas? — pregunto.

— No, Valen me busca — dice super calmada. Levanta su bolso y lo pone en su hombro. Me sonríe cuando ve la picardía en mi mirada.

— ¿Qué anda pasando por ahí? — ella gira los ojos y nos reímos cómplices.

— Que se yo, boludeamos — dice. En su rostro veo un brillo extraño, que me hace dar cuenta de que no es un boludeo para ella.

— Ajá, boludean — me río haciendo énfasis en mi sarcasmo.

— Hoy a la noche van a la casa — me avisa caminando hacia la salida.

— ¿Quienes?

— ¡Valen y Ecko! — me grita desde el portón que da salida al club. Y yo me río un poco fuerte.

Pero no dura mucho mi risa, porque la profesora nos llama para tomar asistencia.

La clase fue brutal. No sé por qué me había cansado más de lo normal, si en cierto punto estaba acostumbrada. La clase terminó dos minutos antes, a las 10:13.

O sea que tenia dos minutos más para correr las 5 cuadras hasta nuestra casa y bañarme.

Y eso hice, corrí como estúpida.

Mala idea, como siempre.

— Perdón, perdón, perdón — dije lo mas rápido posible, tomando la mano de la chica que había tirado sin querer. Su ceño fruncido no desapareció hasta que estuvo de pié.

— Podrías tener más cuidado la proxima — dijo limpiendo su pantalón.

— En serio perdón, vengo de gimnasia y llego tarde a mi casa par...

— Ey, traquila, esta todo bien — me corta mientras esboza una risa. — Me llamo Rocío — dice.

— Evelina, un gusto — le devuelvo la sonrisa.

— Anda con cuidado Evelina, pero rapido que llegas tarde — me dice divertida y yo reacciono. Ya perdí los dos minutos que tenía, pero si corría más rapido, seguro llegaba.

— Gracias y perdón por tirarte — me disculpo por última vez y ella saluda con la mano.

Comienzo a correr nuevamente, hasta llegar a mi casa. Abrí la puerta y el silencio que se escuchaba era bastante notorio.

¿Acaso Cata no había vuelto con Valentin para acá?

Cierro despacio la puerta y tiro las llaves por ahí.

Camino hasta mi pieza, cruzando por la de Cata, donde escucho unos ruidos.

Ruidos peculiares.

Si, gemidos.

La concha de tu madre Catalina, ¿por qué tienes que disfrutar la sexualidad más que yo?

Me entré a bañar sin más, no iba a entrar a interrumpir.

Total, la deben estar pasando bien.

Giles del orto.

20 minutos después de relajación bajo la ducha, salgo. Los ruidos ya no se sienten, ahora sólo escucho carcajadas y una charla bastante rara sobre los osos panda.

No voy a preguntar, ojalá esté fuera de contexto, porque eso es extremadamente raro. Pero me río de todas formas.

— Eve — escucho a mis espaldas, antes de entrar a mi pieza a buscar mi ropa.

— ¿Ignacio? — me giro a verlo y lo primero que capto es su torso desnudo.

— ¿Como estás?

— ¿Por qué estás sin remera?— ignoro su pregunta. Pero no ignoro su pecho descubierto y los abdominales marcados.

¿Por qué deseo pasar mi lengua por sus abdominales?

Baja la mirada un poco colorado.

Y recuerdo que estoy desnuda, cubierta solo por una toalla. De todas formas, las gotas que caían de mi, no se si precisamente eran del agua.

Bueno, basta.

— Valen me tiró jugo sin querer — se encoge de hombros y yo anhelo que Valen le tire jugo siempre.

— Yo salia de bañarme. — ¿EVELINA SOS IDIOTA? ¿Que mas podrías estar haciendo?

— Veo — se ríe y muerde su labio. Chau, piensa que sos una boluda Evelina.

Y si, no soy yo si no quedo como pelotuda.

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Perdón, ya se que no subí cap, pero ojalá que esta verga que escribí les guste, voten y comenten, mientras mas comentarios haya la voy a ir siguiendo <3
Nv en el prox🔜🔥

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