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Nada más lindo que quedarse una tarde, cuando hace demasiado frío, en casa con la calefacción prendida tomando una chocolatada tibia. Me encanta sentir la sensación de el líquido caliente caer por mi garganta y luego llegar a mi estómago para calentarlo. Amo, también, estar bajo de mis sábanas durmiendo mientras allí afuera hace, no se, ¿cuatro o cinco grados? La cuestión es que estoy en mi cama viendo como me las apañaré cuando tenga que salir a comprar algo o a visitar a Irene, o quizá a mamá.
Mi teléfono comenzó a sonar, ¿a quién se le ocurre llamar a estar horas de la tarde? Espero que sea algo importante para interrumpir mi valiosa siesta o si no asesinaré al que esté detrás de ese teléfono.
- ¿Hola? -Dije sin ganas, porque la verdad no las tenía en absoluto-
- ¿Jisoo? ¡Querida! -Esa voz la reconocería hasta muerta. Y por el tono en que lo dijo, quiere que le haga otra vez un favor, ugh-
- Interrumpiste mi siesta.
- ¿Estabas durmiendo? Disculpa linda -Su tono me sigue siendo falso, pero en fin, no me puedo rehusar a lo que dice ella porque la quiero mucho- ¿Cómo estás?
- Estoy bien, gracias por preguntar. ¿Cómo está el tonto de Jin? -Realmente me preocupaba mi gran hermano, será un idiota en todos los sentidos, pero es un buen chico- ¿Y como va con la Universidad?
- ¿Jin? Oh, él esta más que contento con sus nuevos estudios. -Se escuchó una pequeña risita- Y además esta conociendo a un chico muy apuesto llamado Namjoon.
Nuestra madre sabe acerca de su sexualidad, o más bien, de toda nuestra sexualidad porque somos tres hermanos.... ¿homosexuales? Yo soy bisexual, por así decirlo, pero estoy bastante segura que me gustan ambos géneros. Ella es increíble, ninguna madre hace lo que ella hizo, ¿qué fue?, aceptarnos y apoyarnos porque nuestra felicidad iba antes que la de ella, bueno, eso es lo que repetía siempre. Con el tiempo se acostumbró a que Irene traiga chicas o que Jin traiga chicos, en fin, no le importaba mucho.
- Me parece perfecto que empiece a relacionarse con los demás. Bueno, ¿para qué me llamaste?
- Irene me llamó hace media hora diciendo que se encontraba enferma, al parecer no escuchó lo que Seulgi y yo le dijimos sobre andar descalza por la nieve. Ay esta chica, igual de infantil que tú.
Realmente nos parecemos mucho Irene y yo, sacando la parte que somos hermanas porque sería muy obvio. Tenemos tantas cosas que nos gustan a ambas, como el chocolate caliente o el pollo. Lo último es más de mi preferencia pero nos encanta a las dos. Recordar los buenos momentos que tuvimos cuando éramos pequeñas me hizo reír.
- Ya sabes como es ella, cabeza dura igual que Jin. -Rió- ¿Y entonces que quieres que haga?
- Quería pedirte un pequeño favor, si es que no te molesta.
Y ahí es a lo que quería llegar.
- Haber, decime de una maldita vez que tengo que hacer -Dije soltando todo y repito, no tenía ganas de nada-
- Ella me pidió si por favor puedes llevarle algo para comer o ayudarla a que su fiebre baje.
- ¿Y por qué Seulgi no lo hace? ¿Por qué no vas tú?
- Jisoo, vivo al otro lado de la ciudad. Además Seulgi está trabajando y me dijo que hasta la noche no llegaría. Que dices, ¿harías este favorcito por mamá? ¿por Irene?
- Lo hago porque Irene está enferma, no lo hago por tí.
- Muchas gracias Jisoo -Puedo jurar que soltó una sonrisa, pero como no la veo no puedo jurar nada-
- ¿Y qué es exactamente lo que le tengo que llevar?
- Algo que tú quieras, hasta también puedes prepararle sopa de pollo de las que le gustan a ella y a tí.
