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Me sorprendió el hecho de que ellos tuvieran una cabaña en el medio del bosque, de cierto modo me recordaba a mi hermana y me traía una gran nostalgia, realmente la extrañaba demasiado.
Entramos a su cabaña y había un olor a madera impresionante, era muy delicioso pero a la vez asqueroso. La casa era normal, no se parecia en nada a la de mi hermana Irene, era más pequeña y con menos decoración en lo que seria inmobiliaria.
- Siéntete como en casa, iré a preparar café -Dice el chico-
Examino todo mi ambiente, los muebles impecables, los cuadros familiares no faltaban en las paredes, una mesa de cuatro personas aunque hayan dos presentes, un simple sillón y la televisión.
Camino hasta los cuadros y observo con atención, no se que tengo que siempre miro los cuadros familiares pero me parecen entretenidos. Así, conozco más sobre este tipo de gente y que se trae entre manos. Estaba Jinyoung abrazando a la chica, supongo que es su hermana o quizá su prima, junto con dos personas muy parecidos a ellos que por inercia digo que son los padres.
Luego mi vista se fija en el siguiente, ahora solo se encontraban ellos dos con una sonrisa algo rota y deduje que le habían pasado algo a sus padres. La curiosidad se apresuró esta vez, queria saber más de ellos.
- ¿Algo interesante por allí? -Dice la chica a mi lado y salto de la sorpresa- Lo siento, creo que no me presenté bien -Aclara su garganta- Soy Kim Jeongyeon, pero puedes decirme Jeong para ser más corto. -Me dedica una sonrisa- ¿Eres Kim Jisoo... no?
- Si.
- Oye yo... gracias por lo de hace un rato, cuando me rescataste de esos lobos. No cualquiera hace lo que hiciste.
- De nada Jeong -Le dedico una sonrisa y se sonroja, ¿por qué? No se-
Al rato llega Jinyoung con tres tazas de café sobre una bandeja de plata. Me dicen que me siente en donde guste por lo que decidí que el sofá sería el mejor candidato.
Realmente el ambiente era acogedor, los chistes y anécdotas de Jinyoung sumado a la tranquilidad y timidez de Jeongyeon formaban el par perfecto para que el entorno sea cómodo. No era realmente que quería conocerlos, pero algo en ellos llamó muchísimo mi atención y necesitaba respuestas claras, ya no quería ser la que no sepa nada en este mundo. Me aclaro la garganta y comienzo.
- ¡Claro que puedes! -Exclama Jinyoung con felicidad-
Me daba un poco de nervios preguntarles por ello, quizá no me lo iban a contar ya que era un tema muy delicado y privado, pero aun así no pierdo nada con preguntar.
- ¿Qué... qué les pasó a sus padres?
Hubo un enorme silencio, nadie se atrevia a contestar de no ser por el teléfono y Jinyoung diciendo que iba a contestar.
