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-¡Despierta unnie! ¡Tenemos que ir a la universidad!.-Grito Rosé desde abajo- ¿O quieres que suba y te haga cosquillas?
Como si fuera flash me levanté saltando por miedo. Observé a Jennie durmiendo pacíficamente y me dió pena el tener que despertarla, pero así son las cosas si no quería que me descubran con un lobo gigante que se transforma en humano.
- Jen debes despertarte -Sacudí su gran cuerpo suavemente y soltó un gruñido. ¿Me está gruñiendo?- No me gruñes que fue tu idea volver a dormir conmigo Kim.
- ¡¿Jisoo ya estás preparada?! -Volvió a decir Rosé-
- Eh.. ¡aguarda un segundo!.-Me dirigí a Jennie y fruncí el ceño al verla dormida y en la misma posición que antes. ¡Ni se ha movido un poco la maldita!- Jennie por el amor de Dios levanta ese culo pulgoso.
Comencé a buscar mi ropa para ponerme luego de que tome un baño pero esta chica me está robando minutos valiosos. Tomé la pequeña cabeza de Jennie, que ahora estaba transformada en humana, y me acerqué a su rostro.
Si con esto no logro despertarla entonces que me parta un rayo.
- Jen si no despiertas te van a descubrir y yo no quiero eso.
Abrió sus pequeños ojitos gatunos y su mirada se dió en la mía. Sus manos se posaron en las mías por encima y disfrutó el toque que le daba con mi pulgar en su mejilla.
Espera... ¿se estaba durmiendo en mi mano?
- Después saldremos juntas si deseas.-Sonreí y abrió los ojos sorprendida- Pero con la condición de levantarte.
- Bien... pero me la debes por despertarme.
Escuché pasos que indicaban que Rosé estaba subiendo las escaleras y mi corazón empezó a latir con más rapidez, sí, de los malditos nervios.
- ¡Ya vete Jennie por favor!.-Exclamé cansada mientras la empujaba hacia la ventana-
Se levantó de la cama y se sentó en la ventana. Observé la puerta y luego a ella pero todavía no se había ido, ¡¿quiere que Rosé la descubra?!
- ¡Jennie maldita sea!
- No me iré hasta que me des un beso en la mejilla -Acercó su rostro, más bien su mejilla derecha, para que yo pueda darle un beso-
¿Pero qué carajo soy ahora? ¿Una repartidora de besos? ¡Nos conocemos prácticamente desde hace menos de veinticuatro horas! ¿Cree que somos una pareja o algo así?
- ¡Jennie que ganas de joderme el día que tienes!
- Mi mejilla estará aquí todo el día, ¿o quieres que tu amiga me descubra? -Habló divertida. Juro que puedo imaginar su colita de perro meneandose de un lado a otro esperando a que su amo le haga caricias-
Me acerqué a ella, tomé su mejilla contraria y le dí un beso. Su piel es tan suave y está bien cuidada. ¿Cómo lo hace? Yo también desearía tener una piel así, es más, la suya está mejor cuidada que la mía... okay eso sonó raro.
- ¿Me darías otro? -Mordió su labio y la miré enojada. ¿Quiere que le agarre los cabellos o qué?-
- ¡Vete de una puta vez pulgosa!
- Bien bien, te espero en la escuela -Rió y se fue, así como así-
Solté un suspiro agotador y en ese entonces Rosé entro a mi habitación. Por unos segundos pensé en la posibilidad de que hubiera pasado si Jennie se quedaba unos segundos más y Rosé la encontraba. No, ni me lo quiero imaginar, sería un completo desastre.
- Ya me iba a dar una ducha si por eso preguntas -Tomé mi ropa y me dirigí al baño pero su voz me detuvo-
- ¿Con quién hablabas? -Habló preocupada- Escuché una voz de otra persona y me preocupé.
Tragué en seco. No pensé que iba a preguntar eso, pero vamos, Rosé es una persona inteligente... me lo tenía que haber imaginado.
- Conmigo misma. -Mentí nerviosa- ¿Puedo irme a bañar?
- Bien...-Dijo no muy convencida-
El agua recorría todo mi cuerpo. La sensación que se obtiene por hacer esto es muy placentera, juro que me quedaría en este baño toda mi vida pero desgraciadamente no puedo. Cuando terminé de bañarme me sequé el cuerpo y me vestí con la ropa más cómoda que había elegido.
Bajé para desayunar con Rosé y conversar sobre nuestras cosas para matar el tiempo. Al terminar, dejé el plato en el fregadero y tomé mi mochila, no sin antes revisar que tenía todos los trabajos y resúmenes que necesitaba para entregar. Oh y mi precioso cuaderno, ¿cómo olvidarme de el?
Durante el camino hacia la universidad no pude evitar pensar en la opción E (hablar con Yugyeom y aclarar el malentendido). Y otra vez, los nervios me corrompian por dentro. Pero esta vez seré fuerte y tendré que afrontar las consecuencias, porque no quería que me observe como si fuera una de las miles de fangirls que tiene en la escuela, de esas que son muy huecas y darían su alma al diablo para que su crush les hable. No, jamás sería una de esas personas locas.
Cuando llegamos me dirigí a mi casillero para sacar los libros que me faltaban y adivinen, no hacía falta saber que Lisa y su pandilla rara se encontraban detrás mío. El escuchar su voz otra vez me dan escalofríos, no lo se, pero algo no anda bien en mí últimamente. Desde que llegó Jennie y descubrí todo este cuento de hadas empecé a cambiar, me sentía una persona diferente.
O tal vez estaba loca y esto era un sueño.
- Entonces que dices Kim, ¿aceptas salir con nosotros? -La voz de una chica pelinaranja me sacó de mis pensamientos. Creo recordar que se llamaba Moonbyul-
Observé a Rosé con una cara de confundida y suspiró agotada al entender que no escuché ni una palabra de lo que estos chicos decían.
- Ellos se ofrecen a llevarnos a una salida como amigos Chu. A eso se referían cabeza hueca -Habló sonriendo-
Pero espera... ¿no le había dicho a Jennie que iríamos juntas a donde quiera? Oh sí, le dije que luego de la escuela iríamos a cualquier lugar.
- Lo siento pero tengo planes -Cerré mi casillero y los observé encogiendome de hombros-
- Oh no pasa nada Jis -Habló Lisa mientras pasa su brazo por mis hombros- Otro día será.
"Tu aroma a ella cada vez es más fuerte pequeña mocosa"
