16

650 26 6
                                    

Cuatro meses habían pasado desde entonces. Les resumiré un poco lo que sucedió durante todo este tiempo:

Mi relación con Shawn va viento en popa, ya conocí a sus papás y a su hermanita. Son las personas más dulces y graciosas que he conocido en mi vida, nos llevamos de maravilla y ya hasta me reciben en su casa como si fuera parte de la familia.

Mis clases, a pesar de que me consumen la mayor parte del tiempo, son una de mis cosas favoritas. Sharik y yo compartimos la mayoría y eso las hace aún mejores. Me mantienen ocupada y activa por lo que, lógicamente, no tengo muchas otras cosas en qué pensar.

Gemma y Ryan siguen juntos y ahora el chico ese Tyler también se nos unió. Es buena persona, está un poco loco por tanta fiesta en la facultad pero nada que no se pueda solucionar con algo de café por la mañana.

De Harry sé prácticamente nada, ya no pasa casi por casa y como la mayoría del tiempo estoy estudiando y cuando no, estoy con Shawn; tampoco tengo demasiado tiempo como para escuchar a mi hermana hablar de él.

La adopción de Phoebe fue todo un éxito con ayuda del señor Benson. Al principio era raro con todo eso de las visitas controladas pero luego del primer mes, se volvió una costumbre tenerla en casa. Mamá y papá se encariñaron con ella tanto o más rápido de lo que lo hice yo y ahora mismo nos encontrábamos en una tienda de ropa escogiendo algunas cosas, ya saben, tarde de chicas. Menos Victoria porque "tenía cosas que hacer"

-Cariño, ¿qué opinión te merecen? Necesito urgentemente un par de estos. -Mamá tomó unos zapatos de tacón blancos con figuras de colores muy elegantes.
-Están preciosos, mami. -Dijimos Phoebe y yo al mismo tiempo por lo que sonreímos.
-Phoebe, cariño, ¿no te ha gustado nada? no veo que hayas escogido ni una sola prenda. -Sus pequeñas mejillas se tornaron de un tono rosa muy tierno.
-Es sólo que... -pasó sus pequeñas manos por su frente apartando un poco el flequillo.- quiero que me ayuden cuando terminen. -Bajó  su mirada.
-Está bien cariño, ahora iremos, ¿bueno? -Asintió.

Era el primer fin de semana que Phoebe pasaba con nosotros siendo formalmente una Brown y no pudimos celebrarlo de mejor forma que yendo de compras. El resto de la tarde lo pasamos de tienda en tienda, no sólo de ropa sino también de cosas para la nueva habitación de Phoebe, aún no traían sus muebles así que por mientras, estaba durmiendo conmigo. Digamos que Victoria no estuvo demasiado de acuerdo con la idea de una nueva integrante en la familia y realmente no se llevaba bien con la niña.

-Pau.- Phoebe apareció en mi puerta con su pequeña vaca de peluche y su cabello algo desordenado.
-Hola, pequeño muffin, ¿qué pasa?

Así le había puesto papá, a todas nosotras nos tenía un apodo gracioso, a Victoria la llamaba "abejita" porque había sido su primer disfraz de noche de brujas, yo era "calabacita" porque según él, cuando mamá estaba embarazada de mí, tenía  la panza como una calabaza y Phoebe era "muffin" porque la primera vez que la vio tenía la cara embarrada de crema de un muffin que estaba comiendo, se veía como una ternura total.

-Quería saber si... -mordió su labio inferior y apretó más a su peluche. -¿puedes ayudarme a ordenar lo que mamá Linda me compró hoy? -Dejé mi celular sobre la cama y me levanté.
-Deja la vaca aquí, ahora venimos por ella.

La habitación de Phoebe tenía todas las paredes de color blanco con stickers de unicornios, estrellas, coronas, nubes y esas cosas de niñas. Excepto donde iría su cama, esa pared era de color rosa bebé y tenía su nombre en letras de madera pintadas de dorado. Por ahora solamente estaba el closet sencillo de puertas blancas como el mío y una alfombra blanca también, que iría del lado derecho de su cama. También tenía su baño propio, igual que el resto de las habitaciones, era en su mayoría blanco y no demasiado grande.

Best Friends; h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora