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-¿Estás jugando, no? -Comencé a reír esperando que él también lo hiciera pero eso nunca pasó, en cambio su enojo se hizo presente en mi casa.
-¡¿Por qué mierda piensas que todo lo que digo es un maldito chiste?!
-¡No me grites, Shawn!
-¡Entonces tómame en serio por una puta vez en tu vida!
-¿Crees que no te tomo en serio? ¡¿Qué mierda te pasa?!-Me sujetó por ambos brazos con fuerza y su agarre comenzó a doler. -¡Shawn suéltame! ¿Acaso te volviste loco? ¡Me estas lastimando! -Como pude lo empujé y pareció entrar en razón.
-Preciosa yo l.lo siento -Su respiración estaba agitada y yo estaba sumamente molesta por su actitud, ¡parecía bipolar!
-No vuelvas a gritarme sin razón. -Lo miré bastante enojada y su mirada cambió de nuevo.
-¿Sin razón? ¡Te estabas burlando de mí! -Y aquí vamos de nuevo... -No, no gorda tienes razón. Lo siento, lo siento -Alcé mi ceja derecha y caminé hasta la cocina y me agaché un poco en el refri para sacar la jarra de jugo, toda esta mierda me había dado sed.

-Lo mejor es que me vaya de una vez. Lo siento.

Las cosas habían cambiado un poco de un par de meses para acá. Shawn nombraba a Harry cada vez que podía y los gritos siempre tomaban protagonismo en él.

Ya que Shawn se había ido coloqué la pizza del día anterior en el microondas y la calenté para almorzar rápidamente antes de que mamá y Phoebe llegaran para irnos a elegir nuestros vestidos para la graduación. No solo sería la ceremonia en la tarde sino que luego, había una fiesta formal, algo así como un baile de graduación pero con más madurez, ustedes me entienden. Shawn, por pertenecer a una facultad diferente, ya había asistido a su ceremonia de graduación, así que sólo quedaba la celebración como tal. Gemma, Sharik y yo nos graduabamos juntas por ser de la misma facultad. Tyler y Ryan ya se había graduadono, el segundo ya ejercía como médico residente en un hospital bastante cercano a dónde vivía con mi mejor amiga.

Terminé con mi pizza y luego de lavar lo que había ensuciado subí a mi habitación a cambiarme. Escogí unos jeans blancos rotos en las rodillas, una camisa blanca con rayas rojas verticales de botones y unas zapatillas negras MK. Cabello suelto, solamente mascara y labial nude. Bastante perfume como siempre y salí.

-Ma, ya estoy lista. ¿Me adelanto o las espero?
-Estoy dando la vuelta, cariño.

Tomé mi teléfono y salí a esperarlas en la entrada de la casa.

-Hola, vida. -Recibí un  mensaje de Harry y dudé en contestarle pero finalmente lo hice.
-Hola, Styles.
-Te extraño. ¿Me extrañas?
-Siempre, ya deberías saberlo. Te lo digo todo el tiempo.
-Quisiera verte.
-Ven hasta California.
-Iré si me lo pides.
-Te lo estoy pidiendo.

No recibí más respuesta y apenas subí al auto pude ver la sonrisa de mamá pero no la de Phoebe, se miraba seria.

-Hola, ma.
-Hola, mi amor.
-Muffin, ¿qué tienes? -Miró al suelo
-Es sólo qué... -Dejó de habar y entonces subió la mirada con una inmensa sonrisa de oreja a oreja y pude notarlo. Uno de sus dientes de leche de abajo se había caído y ella no cabía en la felicidad.

-¡Pequeña, me asustaste! -Mencioné con una sonrisa y entonces me lanzó un beso con la mano.
-¡Ya casi soy grande! -Mamá y yo reímos por su emoción. Phoebe era la niña más linda, inocente y angelical que existía, era toda una princesa, menos en la forma de vestir porque amaba los jeans y las gorras de béisbol como yo. Claro que siempre muy coqueta y femenina, amaba pintarse las uñas y colocarse labial.

-Bien, ¿qué opinas de este? -Mamá tomó uno blanco con un pronunciado escote adelante y falda amplia.
-Es lindo, pero no voy a casarme. -Rodó los ojos y siguió buscando.
-¿Qué tal este? -Sujetó un vestido rosa chillón completamente abombado y repleto de flores. Era horrible, en serio.
-¿Me estás jodiendo? -La risa de ambas llamó la atención de otras personas a nuestro alrededor. Metiches.

Best Friends; h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora