[03]

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—No quiero...  —pero preferí callarme, era mejor que lo supiera hasta un día antes, entonces me aleje un poco de él y quité mis lágrimas con rudeza —ya no quiero llorar, no me gustá ponerme así.

—Entonces no lo hagas, aunque debe de haber un motivo para esas lágrimas —se levantó del suelo y me tendió la mano para levantarme, yo la acepte con gusto —recuerda que te hice merecedora de mi confianza, espero yo tener la tuya.

—Claro que la tienes Gilgamesh, solo estoy algo nostálgica por el pasado, eso es todo —solté su mano y fui hacia el gran piano bañado en oro. —Ahora dime, ¿qué melodía quieres que toque? —él se acostó en sus mullidos cojines y medito un segundo.

—Inventa una nueva o simplemente toca la que más te guste a ti —cerró sus ojos, no era que me ignorara, más bien era que estaba muy agobiado y la melodía que decidiera tocar lo ayudaría a relajarse.

El nombre de la melodía llegó a mi mente de golpe sin ni siquiera haberlo planeado, creo que era la canción perfecta para nosotros dos, solo esperaba que la tomara como una canción más y que no le tomara mucha atención a la letra. Con nerviosismo, que jamás había sentido antes, moví mis manos rápidamente para aflojar mis dedos, los coloque en posición y comencé.

(Colocar la canción aquí)

Unas suaves y delicadas notas salieron de aquel instrumento.

Di algo, estoy renunciando a ti.

No me atreví a mirarlo, me daba vergüenza y algo surcaba mi pecho haciendo que me doliera, mi corazón pálpito acelerado queriendo salir de mi pecho, era nuestra despedida.

Voy a ser el indicado,
Si quieres que lo sea.
A cualquier parte te hubiera seguido.

Claro que era el indicado, cada vez que estaba a su lado, cada vez que me regalaba una caricia, por más pequeña que fuera, mi alma resplandecía y mi corazón se regocijaba de amor, cualquier mujer lo desearía a su lado, por ese motivo había permanecido con él, moriría por mi Rey y lo acompañaría a cualquier odisea que él me pidiera.

Di algo, estoy renunciando a ti.

Mire las teclas de aquel instrumento como si fueran lo más maravilloso que hubiera visto antes, pero lo más maravilloso que había visto eran sus ojos de color como la sangre y una mirada totalmente diferente, escuche los cojines moverse y unos pasos acercarse a mí, mis manos temblaron por un segundo, respire profundo tratando de tranquilizarme.

Y yo me siento tan insignificante,
Todo estaba por encima de mi cabeza,
No sabía nada en absoluto.

Pero debía de saber cuál era mi lugar en este mundo, solo era una chica cualquiera que soñaba casarse con el Rey, como cualquier otra mujer, él merecía un doncella, una princesa e inclusive una reina y entonces yo pasaría al olvido. Era insignificante y torpe, no poseía ni una pizca de nobleza en mí y no era digna de nada. Había volado tan alto y ahora la caída sería estrepitosa y mis sentimientos, al igual que yo, morirían al final.

Y yo voy a tropezar y caer,
Todavía estoy aprendiendo a amar,
Apenas comenzando a gatear.

Sentí su aroma a mis espaldas, tan varonil y exótica, propia de un semidiós, recuerdo la primera vez que lo vi, tan hermoso, tan inalcanzable para cualquier simple mortal como yo. Sentí su presenciá a un costado mío y lo siguiente fue que se sentó a mi lado en el gran banco del piano. Su cercanía me descontroló, respire y seguí cantando la siguiente estrofa, no debía de mostrar mis emociones, si me emocionaba solo haría que mis pensamientos volaran para después despertar en la cruel realidad.

Di Que, 'Me Perteneces' (Saber/Arturia&Gilgamesh +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora