Di Que, 'Me Perteneces' (Saber/Arturia&Gilgamesh +18)

[11]

—Tienes que irte ahora —dije en súplica mientras lo intentaba empujar un poco por los hombros.

—¿Pero por qué? Nadie me vio —dijo él y se plantó firme en el suelo.

—Ya estuvimos mucho tiempo juntos —dije e intente volver a empujarlo —por favor hazme caso Caules, si mi padre se llega a enterar o alguien sospecha, nos matarán a ambos y no es algo que deseo.

—Te venía a proponer que nos fuéramos juntos —me sostuvo de las manos y se aferró a ellas con amor —no me abandones Franki.

—No quiero abandonarte, pero nuestras vidas dependen de esto y también lo hace mi reino —aclare mi garganta, sentía que rompería en llanto en cualquier momento —por favor sal, te veré en cuanto pueda y te daré una respuesta clara —sonreí un poco para calmarlo.

—De acuerdo, tal vez te esté escoltando por órdenes de tu padre, quién sabe —plantó un fugaz beso y se separó de mí tan rápido como lo dio —te amo Franki —y salió después de decir aquellas hermosas palabras, sin dejar que yo pudiera contestar.

Solté todo el aire que retuve por el miedo y la tensión de que fuéramos descubiertos, si mi padre se llegara a enterar del amorío que sostenía con el capitán Caules, no dudaría en matarme, podría hacerse llamar mi padre, pero no sentía una gota de amor por mí, siempre me describe como un error, un monstruo que mató a mamá y me aborrecía con toda su fuerza. Siempre le intente agradar sin éxito alguno.

Hasta que mi camino se topó con Caules y me demostró que valía mucho y que no era ningún monstruo.

Ahora debía de pensar todo con calma y explorar cada fatídico desenlace que mi mente elaborará, quedarme y ser escogida o arriesgar todo... y ninguna me convencía.

ווווו×

—¿Así que quieren ser reinas? —pregunte con cautela, un tanto tímida, algo que no iba con mi carácter.

—Todas venimos con el mismo propósito, sólo que bajo circunstancias diferentes —declaró Tohsaka, mientras bebía algo de una copa.

—La verdad es que yo no lo deseo —lo que declaró la más pequeña de todas me sorprendió.

—¿No deseas casarte con el gran Rey de héroes? —dije incrédula.

—La verdad es que no princesa Carmilla —volvió a decir Franki, la más pequeña —se que si me quedo a su lado no seremos felices, solo sigo órdenes de mi padre.

—¿Tú qué deseas Carmilla? —pregunto Rin, clavándome la mirada como un puñal.

—Yo solo deseo gobernar mi Reino, pero mi padre cree que no seré una buena soberana si no tengo un hombre a mi lado —me sinceré con ellas.

—¿Y qué hay de ti, princesa Tohsaka? —volvió a hablar Franki.

—Mi padre intenta vender a su hija al mejor trono, para sacar de la ruina a nuestra Nación, algo realmente asqueroso —hizo una mueca de repulsión mientras bebía de golpe todo el contenido de su copa.

—He llegado a la conclusión de que los padres son realmente asquerosos y viles —tome unas cuantas uvas de un platón —se que mi padre sigue órdenes de unos tontos y asquerosos viejos pervertidos, él es el Rey y no se hace respetar y eso sí es deshonroso —empecé a comerlas.

—¿Qué les pareció la personalidad del rey? —preguntó Franki, mientras movía las manos alrededor de su taza que contenía algún líquido de color amarillento.

—No me gusta juzgar antes de conocer —tomó la palabra Rin Tohsaka —pero a primeras impresiones es orgulloso y algo enojón.

—La verdad es que su exterior cautiva a primera vista —recordarlo me hacía sentir el cuerpo caliente —y aunque ahora no quisiera casarme, si a futuro se pudiera creo que lo elegiría para pretendiente.