Él no es lo que aparenta

Día 4

Villano [Adrinette/Gabrinette unilateral]

Sintió que el corazón se le iba a desbocar cuando escuchó con detalle como la novia de su hijo, de alguna forma, lo estaba defendiendo, o quizás solo fuera que lo estuviera halagando. Corrió hasta la guarida e intentó concentrarse en desatar el caos en la ciudad de París, pero era incapaz de concentrarse, como si aquellas palabras hubieran penetrado las murallas y defensas, instaladas en su corazón.

Debía confesarlo, ya no podía verla de la misma forma, obsesionado en poder entenderla, en comprender por qué una persona tan bella como ella se daría el tiempo de hablar tan bien de alguien como él. Bueno, no es que fuera que realmente estuviera hablando bien de él, quizás se estaba refiriendo a una cualidad de su persona. ¿Qué rayos importaba realmente?

"El punto es que estamos hablando de la novia de tu hijo, no de una muchacha cualquiera..."

Suspiró con pesar, pudiendo sentir miles de emociones ajenas, casi por puro masoquismo se dirigió a la de la única persona que le interesaba, allí estaba Marinette Dupain Cheng, inmersa en un acalorado encontrón con la Srta. Bourgeois. Podía palpar la frustración de la joven y sentir como le recorría una creciente rabia. ¡Oh, qué delicia! Sus emociones eran un manjar, perfectas para akumatizarla, y, aun así, con todo a su disposición era incapaz de mandar a la mariposa negra... Escogió una nueva víctima e intentó desatar el caos en París. Obviamente, a sabiendas que con ella habría sido perfecto.

Pasaban los días y aunque tuvo muchas oportunidades de haberla convertido en una de sus secuaces, era incapaz. De hecho, era incapaz de que si quiera los akumas pudieran hacerle daño alguno, como si fuera a quien tuvieran que proteger.

Se daba asco a sí mismo.

Pero con una sonrisa en la boca, recordando una y otra vez las palabras de aquella tarde: "Siempre que pienso en Papillon, no puedo negar que hay cierto Glamour en todo lo relacionado con los supervillanos... "

Aquella tarde, todo había cambiado en su mente, aunque no quisiera admitirlo. Quizás si había un cierto encanto en esto de ser el villano.

Hola! Yo solo quiero ver el mundo arder, gracias!