Under The Rain (completa)

Capítulo 6

-Marinette-

Habían pasado tres semanas desde lo ocurrido, no tuve noticias del señor Agreste, nadie sabía de su paradero.

Cada día al despertar sentía un vacío enorme en mi, no me había transformado de nuevo en Ladybug y tampoco es que tuviera ganas de hacerlo, simplemente no podía serlo sin él... sin Chat.

Me encerré, no fui a clases todos estos días, mis padres estaban preocupados, Alya y las demás me llamaban pero no quería hablar con nadie.

Siento tantas cosas que no puedo explicar, es desgarrador perder a la persona que amas... a tu mejor amigo, la persona que siempre estuvo ahí y no lo viste. No pude hacer nada para evitar su muerte y la culpa se incrementaba cada vez más.

Debí prestar atención al akumatizado, debí asegurarme de quien era y como estaba, todo fue mi culpa, todo.

Tikki y Plagg intentaban animarme de alguna forma, se que Plagg intentaba estar bien y era bueno disimulando, pero, conozco la mirada que tiene... Se siente tan perdido como yo sin su portador.

No podía dejar el prodigio donde el maestro, no quería dejarlo ahí... sería como dejarlo atrás a él y me era imposible, se que en algún momento el maestro vendrá por el, pero hasta entonces no quiero entregárselo.

-Marinette.- oí la preocupada voz de mi madre nuevamente.- Hija... Por favor, debes comer algo.

-No quiero mamá, no tengo hambre.- respondí cubierta por las sábanas de mi cama.

-Pero no has comido nada hace cuatro días.- sentí que se adentró en mi habitación.- ¿Qué sucede hija? ¿Por qué no me cuentas?.- mi cama se hundió a los pies.

-Quiero estar sola mamá, por favor.- suspiré sintiendo mis ojos quemar nuevamente.

Un calor reconfortante apareció en mi cabeza, sabía que ella me estaba acariciando y las lágrimas no tardaron en salir de mis ojos.

-M-mamá.- me quebré y me lancé a sus brazos.

-Mi pequeñita Marinette.- me sujeto fuertemente y acarició mi cabeza.- Lo que sea que tengas ya pasará.- su voz era muy tranquilizante.

-L-lo extraño mamá... ya no lo veré más... .- las palabras salían solas de mi boca.

-¿A quién? .- preguntó aún más preocupada.

Solo podía llorar y nada más, no es lo mismo llorar en soledad a que alguien te este abrazando. Necesitaba a mi madre, solo ella podría comprenderme sin saber exactamente porque estaba así.

-Todo estará bien, Mari.- seguí llorando hasta que ya no podía más. - Shh...

-Debí decirle... debí hacerlo.

-¿Es por Adrien verdad?.- preguntó suavemente y me paralice.- Alya vino a la panadería y me contó que el padre de Adrien lo envío a Alemania.

No sabía que decirle, si estaba así por él pero no porque se fuera a Alemania precisamente. Sólo asentí.

-Pero Mari, no puedes estar así por eso... él volverá en algún momento.- se que sonrió aunque no la pudiera ver.