Adamar «SeBaek»

Capítulo X

Reemplazo

Sehun se encontraba en la cocina, entreteniéndose preparando la cena; su intención era clara: dormir en casa de Baekhyun. No era que deseara repetir lo ocurrido la noche anterior, claro que si el mayor lo buscaba no se opondría, quería quedarse porque intuía que algo le sucedía.

Cuando el sol caía, había ido a visitar al otro, descubriendo un tenue rojizo en los ojos que tanto le gustaban, mismos que lo habían atrapado desde el primer día. A pesar de su preocupación, Baek no mostró interés en platicar al respecto, lo único que hizo fue asegurarle que todo estaba bien antes de irse a cambiar de ropa.

Al menor no le agradaba ser mantenido al margen de los problemas, en su opinión, ambos debían tenerse confianza desde el comienzo para asegurar que la relación funcionara. No obstante, tampoco podía presionar si Baekkie no se sentía listo para hablar.

El teléfono de la casa timbró, logró escuchar al mayor bajar a prisa los escalones. No era razón para arriesgarse a una caída pero, probablemente, era una llamada que no debía perder, por lo que Hun se atrevió a contestar.

—Hola, buenas noches— dijo, como si se tratara de un asunto laboral.

Pasó segundos aguardando la respuesta, sin embargo, la persona no parecía tener intenciones de hablar.

—¿Hola?— pronunció antes de que el otro sujeto colgara.

Gruñó brevemente mientras colocaba el objeto en su lugar, le molestaba tanto aquellos que gozaban de hacer bromas por teléfono.

—¿Quién era?— preguntó el dueño al entrar a la amplia cocina.

—No contestaron— le informó, dándole su atención a la crepa que hacía.

—Si es importante, volverán a llamar— comentó, restándole importancia al tema—. ¿Te puedo ayudar?

El celular de Baekhyun vibró sobre la barra, el propietario se acercó al lugar y lo tomó, su cuerpo se congeló al ver la pantalla.

—¿No atenderás?— cuestionó Hun, mirando de reojo al otro, notándolo tenso.

—Es del trabajo y no estoy en horas laborales— respondió cuando el teléfono se detuvo.

—Podría ser algo urgente.

El objeto comenzó a indicar la entrada de una nueva llamada. Respiró hondo y corroboró su sospecha, nuevamente era Chanyeol. Su única opción era contestar porque, de lo contrario, el mayor hablaría a su casa.

—Buenas noches— saludó Baek, sin ganas de sostener una conversación.

—Sabes porqué te hablo, Baekhyun. ¿Quién me respondió hace un minuto? ¿Quién está en tu casa?

—Entiendo, pero no es importante, podría esperar hasta mañana— respondió, fingiendo estar tratando otro asunto.

—Créeme, si no tuviera que asistir a otra conferencia, me regresaría inmediatamente. ¿Estás consciente de lo que tus acciones pueden ocasionar?

—Eso no es necesario, el paciente estará bien— pronunció, desviando la mirada cuando la de Hunnie se enfocó en él.

—Iré a verte en cuanto llegue.

Fue lo último que le dijo el otro antes de concluir la llamada. Dejó su celular en la barra y se frotó el cabello.

—¿Tienes problemas?— preguntó Sehun, terminando la cena.

—Ninguno— susurró, yendo hacia el alto—. Todo está bien, relájate— abrazó a Hun—. Hay que disfrutar esta noche.

Era su petición, la única en ese instante, ya que Baek sabía que Chanyeol regresaría a Corea al día siguiente. Posiblemente, esa era su última velada con Sehun.