EL AMOR.

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POV SUHO

La parte más sencilla fue llevarlo a la casa, porque tan pronto como llegamos le besé, estábamos en mi casa, nadie nos podía interrumpir, la música clásica relajante  llenaba todo el silencio que nosotros creamos al tener nuestras bocas juntas; sin embargo, pequeños chasquidos escapaban de estas al separarse y volver a unir nuestros labios, realmente había estado deseando hacerlo mío por mucho tiempo, el pensar que me hundiría en su calor solo lograba que cada mañana despertara con una erección, y que me tuviesen que deshacer de esta con un baño de agua fría, o incluso, pensando en él, y aunque aquello era algo bajo, indecente e impropio, era básicamente una falta de respeto masturbarme pensando en mi novio; no obstante, también. Es algo inevitable, él tenía ese "no sé qué", que me volvía loco, y lo supe cuando llegué a la pubertad y no podía olvidar ese adorable y tierno rostro.

—Cariño... — susurró contra mis labios, justo cuando la música se había detenido, respiré profundo, intentando contenerme, mordisquee su labio inferior con cuidado, manteniendo una de mis manos en su cintura, elevando la camisa que tenía para así poder encontrarme con su suave y blanquecina piel desnuda.

— ¿Qué sucede mi amor? — pregunté masajeando su cadera, mientras mi otra mano jugaba con su ombligo. Podía escuchar la respiración de mi hermoso y dulce chico chino agitarse, YiXing era todo lo que quería y necesitaba en ese momento, quizás para toda mi vida, y es que desde que él había vuelto a mi, mi felicidad había regresado también, él era la única persona que le quitaba lo pesada y miserable a mi vida.

— ¿No crees que es pronto? — hizo un pequeño mohín, aún así pude ver sus ojos oscuros, me deseaba, me quería tanto como yo a él.

— No lo es amor, nunca es pronto para amarse, para entregarse, y ten en cuenta que hemos estado esperando esto por mucho tiempo, eres mi novio, y la persona con la que deseo pasar el resto de mi vida, hasta que nos arruguemos y  seamos unos completos viejitos. — Rocé nuestras narices en un tierno beso esquimal, y lo que vino después me sorprendió, se abalanzó sobre mi, besandome con pasión, nuestras bocas se abrieron, dando paso al encuentro de nuestras lenguas, después todo sucedió tan rápido, las prendas fueron cayendo al suelo, y para cuando llegamos a la habitación estábamos completamente desnudos. Lo rescosté en la cama y me tomé el trabajo de recorrer su cuerpo on mi boca, bajando de su cuello hasta donde sus piernas se encontraban, dejando un pequeño beso sobre su glande, acariciándolo mientras bajaba por sus muslos y lo mordisqueaba un poco, sentía su cuerpo estremecerse, tan dulce, tan puro.

Los gemidos pronto se hicieron presentes, y con cada minuto que pasaba sentía más dolor en mi miembro, me urgía estar dentro de él, pero mi prioridad era darle placer, claramente a mi lado era inexperto, y yo ya tenía bastante experiencia en la intimidad. Abrí sus piernas y elevé sus caderas, busqué el lubricante en la mesa de noche, y derramé un poco sobre mis manos antes de llevar mis dedos a su entrada, necesitaba prepararlo.

—Relajate. — dije en tono firme, él asintió, y yo comencé a introducir el primer dedo, ditrayendolo con mi boca, besandolo con necesidad, escuchando como soltaba pequeños quejidos y los ahogaba en mi boca. Para cuándo metí el segundo dedo hice movimientos en forma de tijeras, y luego de un tiempo lo escuché gemir, introduje el tercer dedo, aumentando su placer, y no supe en qué momento, pero pronto posicioné mi glande contra su entrada, y realicé un poco de presión, comenzando a adentrarme en su delicioso calor, al principio su ceño se frunció, y noté que con cada centímetro que llenaba su interior sus ojos se humedecian, me quedé quieto, besano su rostro, esperando que se acostumbrara a mi tamaño, no quería hacerle daño.

Después de un largo tiempo para mí él comenzó a mover lentamente sus caderas, dándome a entender que ya estaba listo para que me moviese, los primeros movimientos fueron lentos, y con el aumento del tiempo se tornaron mucho más rápidos, y solo podía pensar en lo bien que se sentía hacer el amor con él, volví a imponer un ritmo lento, casi tortuoso para él, lo podía ver en u rostro, lo sentía vibrar, contraerse, su espalda se arqueó un poco, y tomé su miembro para comenzar a masturbarlo, él me apretó en su interior, lo estaba disfrutando, y me lo confirmó cuando su semen manchó mi mano, me mordí el labio inferior y me empujé algunas veces más para correrme  en su interior, marcandolo como mío, porque él era mi chico, mi pequeño y dulce doncel despistado.

Nos quedamos en la cama, abrazandonos, él se durmió entre mi brazos y besé su cabeza, acaricié sus cabellos y su cuerpo, contemplando como era de adorable al dormir, y pronto me quedé igualmente dormido.

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Corto pero sustancioso.

Sé  que me ausenté por mucho tiempo, pero es que no sabía sin continuar escribiendo el fic. Lay  básicamente ya no está trabajando con los demás chicos de exo, y ¿cómo escribir SuLay si no tengo inspiración?

Decidí continuarlo,porque uiero terminar este proyecto, además que ya salí de vacaciones, bueno, básicamente salgo la semana que viene.

Muchos besos, sexys comentarios y sensuales votos.

Les amo lectores y lectoras.

Los quiere esta autora.

Kim.

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⏰ Última actualización: May 26, 2018 ⏰

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