If you II

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-La verdad, no tengo idea de cómo acercarme a ella.-dije mientras estiraba mis piernas.

-No sé qué decirte, no sé quizá puedas preguntarle a mi hermano.-La idea de preguntarle a Josh acerca de su mejor amiga no me apetecía en absoluto.

-No sé si sea una buena idea.-contesté honestamente, luego recordé mi pequeña conversación con Keyla en los pasillos de la escuela.-¿sabes qué tipo de chica le gusta a Lizzy?-en parte quería y no quería saber.

-Siendo honesta, no, Allison hasta ahora la primera y única novia que ha tenido Elizabeth y no me llevaba mucho con ella.-no sabía como tomar la respuesta de mi prima en este punto, suspiré un tanto desanimada por eso.-tranquila, si quieres le puedo preguntar a Josh.-negué ante su oferta, no quería molestarla con mi pequeño lío romántico.

Dejamos el tema más por mi bien que por algo más, caminamos por el parque mientras hablábamos de la escuela y otros temas, hacía más frío que de costumbre anunciando la pronta venida del invierno, no estaba acostumbrada al frío, en Florida nunca nevaba y el frío de California no era especialmente de mi agrado, decidimos volver cuando ya prácticamente empezaba a no sentir la punta de mis dedos y estas se volvían moradas, exhalé mi aliento caliente entre mis manos buscando calentarlas al mismo tiempo que las frotaba en busca de más calor, llegamos al conjunto y nos despedimos, entré a mi casa temblando un poco pero agradeciendo la existencia del calefactor, saludé a mamá quien estaba en la cocina.

-Hola.-dije caminando hasta su lado.

-Hola ¿qué tal estuvo la salida?-pregunto mamá con una sonrisa en los labios.

-Estuvo bien, tuvimos que regresar rápido, está helando afuera.-sañalé la puerta con mi pulgar.

-Hace poco anunciaron en las noticias que el invierno se adelantaría.-comentó mamá mientras encendía la cafetera.-¿quieres un poco de café?-preguntó amablemente y asentí mientras me sentaba en la barra de la cocina y empezaba a frotar mis manos nuevamente, estaban aun un poco frías, de repente sentí mi móvil vibrar, era mi vecina preguntándome acerca de un tema de química que no entendía muy bien y quería mi ayuda, feliz de poder pasar más tiempo con ella contesté que podía venir cuando quisiera; escuché un trueno a lo lejos pronosticando una fuerte llovizna, bebí mi café sin prisa disfrutando del calor del líquido café que traspasaba por la porcelana, hablé con mamá por un poco más de una hora acerca de la escuela y otras cosas, aunque sentí que quería preguntarme algo más nunca lo hizo, era similar a como me observaba hacía unas cuanta semanas, unos treinta minutos después llamaron a la puerta, mamá fue a abrir y escuché la voz de la chica de ojos verdes.

-Hola Elizabeth, que sorpresa.-saludó mi madre a la chica que me gusta y esta le sonrió.

-Buenas tardes señora Carson, disculpe ¿está Jane aquí?-preguntó intentando ver dentro.

-Sí, por supuesto, pasa.-mamá dejó pasar a Elizabeth mientras que no podía evitar sonreír al verla, ella caminó hasta el comedor, llevaba debajo de un brazo una libreta y un pequeño estuche.

-Hola.-saludó algo tímida sentándose frente a mi.

-Hola, ¿en qué te puedo ayudar?-pregunté viendo lo que estaba en su brazo izquierdo.

-Mira, es esto...-no era muy difícil, por lo que solo me limité a explicarle lo básico, algunas cadenas de hidrocarburos y algunos balances, sentía las mariposas en mi estómago volar con demasiada fuerza, la observaba realizando los ejercicios, su caligrafía era muy bonita y podía ver algunos dibujos en las esquinas de las hojas, de pronto vi a mi mamá quien nos observaba desde la cocina, era esa extraña mirada de antes, no sabía si era bueno o malo, la vi dejar un par de tazas de café en frente de nosotras.

West Side StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora