d i e z

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JungWoo realmente no entendía por qué la gente era tan cruel. Las personas se hieren entre ellas y luego fingen como si nada pasara. Estaba harto de tanta hipocresía y de ser el centro de burlas de la mayoría del Instituto. Tenía tantas ganas de tomar sus cosas y largarse al fin del mundo, allí en donde nadie te molestaba.

Había llegado ya de su jornada de estudios, su madre le había preguntado cómo había ido su día. Le mintió. Ya no era primera vez que le mentía, llevaba años fingiendo estar bien, cuando en realidad por dentro gritaba pidiendo auxilio.

Tengo tarea, estaré en mi cuarto. Era lo que siempre decía cuando su día había ido de mal en peor, y este era uno de ellos. Esos donde lo único que deseaba era morir o dormir durante días. No quería ver a nadie, sin excepción alguna.

Se echó en su cama con toda la fuerza de la rabia que quería expulsar hace horas. Las lágrimas comenzaron a bajar por sí solas, ahogando pequeños gritos en su almohada. No, no estaba llorando de pena, sino de impotencia. Estaba tan cansado de siempre ser él el que recibiera todo lo malo, no lo merecía. No merecía malos tratos. No era justo que él fuera el centro de burlas, ¿por qué él? Siempre era amable con todos, le sonreía hasta al que alguna vez lo golpeó en el baño. No entendía. Quizá era muy obvio demostrando su orientación sexual, y tal vez los demás se habrían dado cuenta de sus preferencias. Pero no era así, él siempre trataba de esconderla. Rebuscaba motivos para saber por qué era tan odiado, pero no encontró ninguno.

Quizá era odiado por ser él, y si era así, estaba condenado a sufrir por siempre en ese Instituto.

Respiró profundo y pegó un salto al sentir la puerta de su habitación abrirse de un fuerte golpe.

-Lo siento. -habló WinWin agitado. -Estaba cerrada con seguro y... ¿estás bien?

-Quiero estar solo.

De verdad necesitaba estarlo. Cualquier persona que se acercara a él iba a tener que lidiar con golpes sin fuerza y mocos en su camiseta.

-Siento llegar en un mal momento, pero... -suspiró rascándose la nuca. -No sé como empezar, maldit...

A JungWoo ya no le importaban las malas noticias. Estaba tan acostumbrado a recibirlas que ya no valía la pena negarse a escucharlas.

-Dilo. -suspiró, aún sollozando. -Mi día ha... ha sido horrible, ya no me importa que siga empeorando.

A WinWin le daba tanta impotencia que su amigo pasara por eso. Él no lo merecía, era tan atento y gentil con todos, no le hacía mal a nadie. Podía ser la mejor persona del mundo con quién alguna vez le había hecho daño. Era alguien tan puro que no merecía que nada malo le pasara, pero la gente no lo veía así.

-Y-yo había llegado de clases, ¿sabes? -habló nervioso. -Y vi mis redes sociales... -caminó impaciente, jugando con sus manos. -Hubo una foto que me llamó la atención.

-¿Una foto? ¿D-De qué hablas?

-Por favor, prometeme que lo tomarás con calma. -se inclinó a él, entrelazado sus dedo. -Dilo.

-L-lo prometo... -habló entre dientes. -¡Ya dime qué pasa! Me estás asustando.

-Está bien. -respiró hondo. -Hay una foto de ti y Lucas circulando por las páginas del Instituto... la gente está comentando y más de la mitad de los estudiantes la han visto.

No quería hacerlo, pero debía. Debía mostrarle aquella foto de la que todos hablaban y le tachaban de zorra.

Sacó su celular y buscó entre sus cosas. Era cierto, ahí estaba él y Lucas. Era la noche de aquella fiesta, ambos estaban acostados luego de aquel incidente. JungWoo se encontraba abrazando la cintura del rubio, mientra le ponía la pierna encima. Por otro lado estaba Lucas, quien solo tenía su brazo alrededor de su cuello, acurrucandolo. Pero esa no era la única; en la segunda se notaba a leguas que Lucas estaba furioso, pues se había dado cuenta que los estaban espiando e intentó tapar el lente de la camara con su mano, pero había sido un fracaso.

Friends. [ LuWoo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora