Cap. 5- Hiperión

21.5K 1.7K 860
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


En el interior del templo, el estado envejecido de columnas y paredes, y las antiguas decoraciones mesopotámicas parecían trasladarte a otra época. No cabía duda de que ese complejo llevaba siglos sin usarse, sin embargo, todos los miembros del equipo eran conscientes de que no podían dejarse llevar por las apariencias.

Todavía no habían atravesado las dos primeras salas cuando Alex percibió un repentino estallido de energía. Algo peligroso se acababa de activar, e iba hacia ellos.

―Se acercan problemas ―avisó.

Apenas hubo alzado la voz, el techo se abrió sobre sus cabezas, dando paso a una lluvia de droides robóticos de aspecto humanoide, que empezaron a atacarlos al instante.

―¿Qué son esas cosas? ―inquirió Falcon, al tiempo que esquivaba un disparo. Ni siquiera en el almacén de Stark había visto robots con tecnología tan avanzada.

―No lo sé, pero quiero uno ―respondió Iron Man, lanzando una descarga de sus rayos repulsores.

―Son un diseño Kree, están programados para defender la pieza del Zenit ―dijo Alex, tras conectarse telepáticamente a uno de ellos―. Se llaman centinelas. Los dejaron como seguro antes de abandonar la base.

―¿Quieres decir que estos robots super avanzados han estado aquí guardados sin usarse cientos de años? ―Natasha dio un salto sobre los hombros metálicos de uno de los androides a la par que lo dejaba kao con una potente descarga de sus brazaletes electrificados―. Al menos eso implica que la base sí estaba abandonada, ¿no? ―añadió, resoplando.

―Exacto. ―Alex aprovechó la unión telepática para cambiar la configuración del droide, ordenándole que se volviera contra los suyos y ganando así un poco más de ventaja para los vengadores.

Pero eran demasiados, y cada vez llegaban más.

―A este paso nunca conseguiremos llegar hasta la pieza ―intervino Clint minutos más tarde, sin dejar de lanzar flechas de todo tipo contra los androides extraterrestres.

Iron Man voló hasta la posición de Alex, que se enfrentaba a un centinela cuerpo a cuerpo, a la vez que usaba sus poderes de tecnópata con otro, desactivándolo. Tenía que reconocerlo, la niña era bastante impresionante; incluso Steve, que al principio no le quitaba ojo por miedo a su falta de experiencia en combates abiertos, ahora ya le concedía un pequeño margen para que se defendiera sola. No mucho, claro, el Capipaleta tenía demasiado complejo de caballero andante como para dejar a una novata sola ante el peligro.

―Listilla, Barton tiene razón, así no terminaremos nunca ―le dijo Tony a la joven―. Antes de entrar dijiste que percibías una fuente de energía de fotones, eso conlleva...

―Una red de alimentación central ―completó ella, comprendiendo la idea del millonario.

―Si la controlas podrás desconectarlos a todos de una vez ―propuso Stark.

Trojan » Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora