Un sonido seco rompió la calma que reinaba en los jardines exteriores al Complejo. Liam acababa de caer de espaldas sobre la hierba, por tercera vez consecutiva.
―Recuerda usar el brazo izquierdo para bloquearme antes de atacar ―le advirtió Natasha, en pie, con las manos apoyadas en las caderas.
Desde el suelo, el rubio dejó escapar un soplido de frustración. Había transcurrido una semana desde el rescate, sus heridas ya se habían curado, pero tenía nuevas magulladuras por todo el cuerpo a causa del intenso entrenamiento al que estaba siendo sometido.
Después de lo sucedido, todos habían creído conveniente que él aprendiera a defenderse. Y nadie mejor que la espía rusa para enseñarle unas cuantas llaves que podrían salvarle la vida en caso de otro asalto sorpresa.
―Vamos, Liam, arriba ―Alex lo animó―. ¡Tú puedes! ―Estaba sentada en la hierba, observando el entrenamiento con las piernas recogidas contra el pecho y la cabeza apoyada sobre las rodillas.
A su lado se encontraba Wanda, quien en los últimos días parecía haberse convertido en su enfermera personal. Resultaba curioso ver siempre juntas a las dos benjaminas del equipo; si antes apenas podían compartir espacio sin lanzarse miradas de odio, ahora eran inseparables.
La sokoviana era la que mejor había encajado el tema de la enfermedad de Alex. En lugar de deprimirse por las esquinas, Wanda se había concentrado en mostrarse como el soporte incondicional que la más joven necesitaba; quería ser para Alex lo que Pietro había sido para ella. No solo sentía que se lo debía por como la había tratado al principio, sino que también era consciente de que, en su intento de no herir a Vision, Alex había forzado hasta el límite sus habilidades mutantes. Para la tecnópata habría resultado sencillo desestabilizar algún circuito interno y provocar un daño realmente grave en el androide, pero, en cambio, Alex había puesto en riesgo su propia salud al tratar de acceder al protocolo de hibernación de Vision, mucho más complejo y protegido. Esa era una muestra de lealtad que Wanda nunca olvidaría.
―Nada de alterarse, Stark ―la reprendió la sokoviana―. Ni siquiera deberías estar fuera de la cama...
―No pasa nada, Maximoff. ―Alex le respondió en el mismo tono, y le dedicó una mueca graciosa―. Me viene bien tomar el aire.
Wanda suspiró; cuidar de Alex no era tarea sencilla, porque la muy cabezota no se dejaba. No era que estuviese siendo irresponsable con el uso de sus poderes, pero tampoco actuaba acorde con su estado, parecía que había optado por negar su peligrosa situación, se comportaba como si todo fuese bien, cuando la realidad era muy distinta... Tras la noche antes del rescate, el tumor había empezado a propagarse de manera exagerada, había avanzado en unos días lo que debía haberse expandido durante años. Según Banner nada en esa enfermedad seguía los patrones habituales, pero ¿qué podían esperar?, no era un glioma normal, estaba provocado por radiación gamma, y en el cuerpo de una mutante...
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Trojan » Steve Rogers
FanfictionGANADORA EN LOS WATTYS 2020 Después de derrotar a Ultron, los Vengadores atraviesan un periodo de relativa calma que comenzará a tambalearse tras el descubrimiento de una nueva amenaza. Un arma, tanto del pasado como del futuro, que escapa a su comp...