Una gota en el océano [Shawn Mendes y Tú]

Capitulo 7 parte 2

-Por favor, _____- grita ahora Jacob- Baja.

Doy media vuelta y llego nuevamente al primer piso.

-¿Qué? ¿Cuál es tu explicación?- le hablo a Shawn

-Lo siento, solo quiero que pases un buen día en el cumpleaños de tu prima- dice con tristeza.

-Lo haré- hablo seria.

-Pero que lo pases bien sin chicos alrededor.

Río.

-¿Estoy invitado a la fiesta?- pregunta Jacob.

-No, ve a casa- Dice Shawn.

***

-Shawn, cierra la ventana- Le digo.

Estamos sentados en la parte de atrás de la camioneta, estamos yendo a Kingston para pasar todo el fin de semana en la casa de mi tía por la fiesta de 16 de Camila. Estoy ciertamente emocionada pero también preocupada, solo un descuido y podría hacer que mi prima me odie toda la vida.

-Listo, reina. ¿Algo más?- Habla Shawn con sarcasmo en sus palabras.

-¿Seguirás enojado conmigo?- pregunto entre risas.

-Me enoja más que creas que es una tontería.

-¡Lo es!- exclamo y aguanto la risa.

-¡______!- me advierte mi madre con los ojos en el camino.

-Shawn, no podía traer eso a Kingston- hablo.

-¿Por qué?- me reclama- ¿Qué hay de malo en llevar libros?

-No hay nada malo en llevar libros Shawn, pero no puedes llevar una maleta llena de comics- le respondo.

-No son míos, eran solo para regalar.

-¡Sé que nadie los querría!

-¡_____!- vuelve a advertir mi madre.

Shawn entrecierra los ojos y me mira con desdén- Aun no entiendo.

-¡Es que nadie conoce al “Canadian Captain”!- digo.

Shawn rueda los ojos-Y por eso mismo, a James Berry, el creador de los comics, no le caería nada mal un par de auspiciadores.

Río- Shawn, abre un poco la ventana.

(…)

-Shawn, despierta- Sacudo a Shawn un poco.

-¿Qué?- me responde él.

Le quito los lentes de sol y ve que aún tiene los ojos cerrados

-Ya estamos a punto de llegar.

Shawn soba su cara y abre los ojos, se abraza a él mismo- ¿Alguna cosa que deba saber de Kingston?

-Hay chicas muy lindas - susurro[M1] .

-Tú vienes de aquí, ¿no?

-Pero no debes voltear a verlas, Shawn- le respondo igual de silenciosa.

-No lo haré- sonríe.

Le devuelvo los lentes.

-Chicos, ya llegamos- Dice mi madre y toca el claxon muchas veces para que los Texas se percaten de que llegamos.

La casa des pues de cuatro meses seguía con el mismo color azulino, tres pisos, una cochera delantera junto a un pequeño jardín con algunas masetas de tulipanes, la flor favorita de Camila. Veo a Tom asomarse por la ventana del segundo piso al mismo tiempo que bajo del auto, Shawn lo hace después de mí, su expresión de molestia por el ruido del claxon cambia inmediatamente a una expresión de alegría: ¡Qué alegría verlas de nuevo!, ¡Y a ti también Shawn!