Una gota en el océano [Shawn Mendes y Tú]

Capitulo 10 parte

 PARQUES BUFALO

Apresuro el paso de vuelta a la escuela, con esperanza de que talvez luego de un paso Shawn venga y se arrepienta por haberme gritado en frente de todo el mundo. En realidad el hecho de que se enoje no fue lo que más me dolió. No sabía que el pensaba que me metía demasiado en cosas que no eran de mi mayor incumbencia.

Tengo los pies de camino al baile pero la mente llena de imágenes oscuras, no pienso claramente en el verdadero problema de la situación, si bien no era de mi mayor incumbencia de todas formas no podía permitir que le hagan algo al pequeño.

Me detengo y trato de centrarme en una solución.

-_____, ¿Por qué eres tan necia?- Es Tate que al parecer está en camino al grupo de chicos detrás de la escuela.-¿Estas llorando?

-Nada de esto hubiera pasado si no fuera por tu culpa- Digo un poco enojada.

-¿Te han echado?- Pregunta sorprendido.

Le tiro un puñete en el hombro – Eres un tonto.

-Solo te dije algo que tu novio no quiso decirte, ____. Lo siento mucho, no quise que se peleen.

-Está bien, Tate- Me seco una última lágrima.

-Yo... De hecho iba a ver como terminaba la cuestión con el pelirrojo pero, creo que será mejor que te lleve de devuelta al baile- Él se quita el saco gris que lleva puesto y lo pone en mis hombros.

Aun veo mucha gente yendo y viniendo de la parte trasera de la escuela, pero siento que no me importa, empiezo a caminar junto a Tate, quien se porta como un chico realmente agradable y actúa como si le interesara mi bienestar.

Llegamos a la puerta del baile y recuerdo que no tiene sentido quedarme.

-Creo que llamaré un Taxi, en realidad no quiero que Shawn vuelva, y no creo que lo haga de todas formas- soplo una risa.

-¿Quieres que te lleve a casa?- Pregunta con una mirada de preocupación.

-No, descuida. Ya hiciste mucho por mí.

El me coge del hombro y me lleva con delicadeza hacia su lujosa camioneta- No me molesta, enserio. Puedo llevarte y luego volver por mi corona- bromea.

Ambos reímos.

-Está bien, pero ¿Y tú cita?

-Ella está preocupada por lucir bien allí adentro, y entenderá- sonríe.

Él es realmente apuesto, si no lo he mencionado antes lo hago ahora, con un cuerpo muy atlético y metro ochenta, ojos realmente verdes y brillantes y labios muy rojos, y por su puesto el porte de un chico muy elegante en ese traje gris y negro, luce como sacado de una revista.