•SESENTA•

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Al término de clases me acerqué a Nagisa.

Lo retuve unos momentos mientras todos dejaban el aula de clases.

Ambos nos despedimos de Okuda.

Una vez que ambos nos encontrábamos sólos, tomé a Nagisa de su mano, la otra, la hice recaer en su cintura.

«Sólo te pido una cosa más...»

Él me miró confundido.

Quité su cubrebocas, fue entonces, donde noté que en sus mejillas había un agradable sonrojo.

«¿Qué cosa?»

Preguntó temeroso.

Sus manos recayeron en mis hombros, sus palabras fueron como un balbuceo a penas perceptible.

«No quiero que luego te arrepientas.»

Un beso fue lo que sello aquellas palabras de mi parte como si fueran una promesa.

Aquel día, Nagisa y yo caminamos a nuestro hogar con nuestras manos entrelazadas.

Game Over.© «Karmagisa.»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora