•S I E T E•

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Los créditos salieron.

La televisión se iluminó de una tonalidad negra.

Y la pantalla, pronto fue apagada.

«¡Ah! ¡Sigo sin entender por qué el final de esto es tan triste!»

Nagisa sonaba dolido. En su mano descansaba el pequeño mando del televisor.

«Es sólo una película y lo sabes, ¿No es así?»

Sujete su mano hasta entrelazarla con la mía.

«Lo sé, pero me niego a aceptar que el final sea uno que siempre me haga llorar.»

«¿Cuántas veces has visto esto?»

«Tal vez unas diez.»

Nagisa talló sus ojos para evitar aquellas pequeñas lágrimas que inconscientemente había comenzado a derramar.

Se veía demasiado lindo de esa forma.

«Si has visto está película más de diez veces, ¿Como es posible que sigas llorando con el final? Es sólo un rodaje, no importa cuanto lo veas o cuanto lo repitas. Nada cambiará. Siempre será el mismo final.»

Nagisa sonrió, dio un leve golpe al costado de mi brazo antes de sacar una pequeña risa contagiosa.

«Vaya, no es algo que puedas decir tú. Parece que no sentiste nada al ver la película.»

«Es porque en todo este tiempo sólo te estaba mirando a ti. Me fue imposible evitarlo. Por eso no entendí ni siquiera el final.»

Grande fue el sonrojo que se posó sobre Nagisa en aquel momento.

Y para vanamente cubrirlo, fue que pegó su frente a mi pecho. Sus manos quedaron por sobre mis hombros.

Es tan agradable tenerlo así de cerca...

«Nagisa, bebé, ¿Están ahí adentro? Lamentó interrumpirlos. Pero necesito hablar contigo.»

Aquella era la voz de su madre al otro lado de la puerta.

Nagisa me miró por nueva cuenta.

«Creó que me habla a mí.»

Sonrió nervioso antes de salir.

«Te estaré esperando.»

Aquellas últimas palabras, fueron unas que él no alcanzó a escuchar.

Pues justo, había cerrado la puerta tras su salida.

Game Over.© «Karmagisa.»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora