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POV NAMJOON.

Comienzo a escuchar sollozos de parte de TaeHyung en la mañana, abro poco a poco mis ojos para verlo aferrarse a mi madre.

–¿TaeHyung?.- Digo con voz cortada, él niega sin voltearme a ver y su llanto no cesa.

–Omma ya no despertará.- Dice devastado, lo jalo a mí, lo abrazo y comienzo a llorar.

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NARRADOR OMNISCIENTE.

En la tarde, el más chico fue a su trabajo, viendo desde lejos a un señor de traje y celular en la oreja entregarle algo a su jefe, el tipo sale de la tienda, se detiene enfrente del él y le entrega una paleta.

–Lamento mucho tu pérdida muchacho.- Dice para después alejarse a toda velocidad en un automóvil plateado.

El castaño confundido sigue caminando hasta entrar a la tienda, hace una reverencia frente a su patrón y éste acaricia su cabeza.

–Buenas tardes señor Chuang, lamento mucho el retraso.-

–Hola TaeHyung, pensé que tú también faltarían a trabajar.-

–¿Hyeong le avisó?.-

–Si, vino hoy en la mañana, lo lamento mucho encerio.- El señor de mediana edad esculca entre los bolsillos de su chamarra y saca un sobre rosa que después le entrega al chico.
–Toma éste dinero, sé que les hará de gran ayuda para poder despedir a su madre como ella lo merece.-

–N-no, muchas gracias por querer apoyarnos pero no puedo aceptar su dinero.- Contesta TaeHyung sobresaltado.

–Por favor, no lo hagas por mí, házlo por esa mujer que les dió todo lo que pudo, para honrarla en su muerte, tómalo, un funeral no es nada barato.-

–Es que si NamJoon se entera de que acepté dinero sin trabajar se enojara mucho.-

–Por eso no te preocupes, NamJoon debe de entender de qué hay momentos en que necesitamos apoyo de otros, ya luego me lo pagarán.-

–B-bueno está bien, muchas gracias.- Una reverencia de 90° se hace presente de parte del menor. –Aunque no puedo evitar sentirme mal, usted siempre nos da alimento y ahora esto, sus descendientes estarán llenos de bienes gracias a usted.- Sonríe alegre Tae.

–Eres un buen chico, bien ahora a trabajar.-  TaeHyung asiente, sale aferrándose al sobre, mira al cielo y suspira.

La tarde pasa lenta, tal vez por las lluvias del verano o aquella tristeza al recordar su luto.

La noche cae y con ella el chico de la chaqueta rosa. El cual voltea a todos lados, en busca de un sólo tipo en especial pero éste no está.

–Disculpa ¿El chico alto, pelinegro, delgado y de piel semi morena?.- Pregunta al joven sentado mirando a la nada, éste se levanta seca sus lágrimas y sonríe forzadamente ante aquel hombre enfrente de él.

–Buenas noches, NamJoon no vino hoy a trabajar por un asunto personal, ¿Lo necesita para algo?.-

–No, llena el tanque por favor.- 

–Enseguida.- Comienza a llenar el tanque, sorbe  su nariz y limpia lo restante con la manga de su suéter ya desgastada y con varios hoyos.

–Ten toma.- Dice el cobrizo entregándole un pañuelo desechable al menor.

–Lo siento.- El chico toma el pañuelo y se limpia la nariz, al mismo tiempo que saca la pistola de gasolina.

–¿Por qué llorabas?.- Pregunta fríamente él motociclista.
–¿Te dejó tu novio y por eso ya no vino a trabajar?.-Pregunta molesto.

StalkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora