Stalker

9

POV SEOK JIN.

Al día siguiente salgo de la universidad y veo el auto de mi padre estacionado afuera de ésta.

–Señor Kim su madre me mandó a buscarlo.- Dice el chófer.

–¿Entonces por qué vienes en el carro del señor Hyung Joon?.-

–Porque el carro de la señora Soa está en reparación.- Volteo a los asientos traseros, están vacíos así que decido subir.  En cuanto llego puedo ver desde afuera a mi padre y a la chica loca de ayer sentados en el comedor.
– Bienvenido a casa señor Seok Jin.- 

–Gracias.- Bajo del coche, mi padre me ve, inmediatamente se pone de pie y me abre la puerta.

–Lo siento vine porque mi madre me mandó llamar.- Digo fríamente, mi padre voltea a ver al chófer y ríe discretamente.

–No hijo, pasa yo fuí el que te mandó llamar.- Me toma por el brazo jalandome hasta el comedor donde hace que me siente al lado de Jiwoo, ella me ve, me guiña el ojo y sonríe ampliamente.

–¿Qué haces aquí?.-

–Jin esa no es forma de hablarle a tu novia.-

–¿Novia?.- La volteo a ver y ella toma mi mano.

–Tranquilo cariño ya le conté todo a padre.-

–¿A qué te refieres con todo?.- Digo confundido y tratando de cifrar su estrategia.

–Hijo, ya no trates de ocultarlo, si me hubieses dicho desde un principio que te ibas a ir con Jiwoo a Tokio, no hubiera sido ningún problema para mí.-

–¿C-con Jiwoo?.-

–Si, Jin-Ah, discúlpenos padre pero es que mi padre no está al tanto de esto y no quiero que se entere antes de tiempo.. porque usted sabe...-

–Si, claro pequeña te entiendo... Y me parece bien que Jin espere a terminar la carrera, así será más fácil mantenerte y formar una familia.-

–Si, así es, Jin-Ah piensa en todo.- Por fin comprendo todo, pero no se si sentirme aliviado o angustiado, la abrazo y beso su mejilla.

– Bueno padre, ahora que sabes todo, creo que merezco ir a pasear con mi futura esposa.- Sonrío forzadamente, tomo la mano de Jiwoo y nos ponemos de pie.

–Si, por supuesto.- Saca su billetera y me entrega varios billetes de 50,000 wones.
–Es para que le puedas comprar un buen regalo a Jiwoo.-

–Gracias.- Los tomo, hacemos  una reverencia, salgo de la casa, caminamos hasta un parque, suelto su mano y la miro desconfiado.

–Parece que me debes mucho.- Dice cambiando de nuevo su actitud dulce por una más ruda.

–¿Por qué lo hiciste?.-

–Mira, no tengo ningún interés en casarme contigo... Lo único que quiero es ser libre.-

–¿Y piensas que serás libre al casarte conmigo?.-

–Mira, en Japón no valdrá nuestro matrimonio, y en tres meses nos divorciaremos, tú serás feliz con quien quieras y yo.... En fin ¿Entiendes a lo que me refiero?.-

–Si, algo así... Pero debo de agradecerte por lo que hiciste con mi padre.- Ella sonríe, me abraza y me da un beso en la mejilla.

–Tú me recuerdas a mi hermano... Cuándo se enamoró de él... Fue horrible lo que mis padres le hicieron ... A tal grado que terminó suicidándose.- Dice con una lágrima corriendo por su mejilla y se le quiebra la voz. –Por eso cuando Sungmi me contó sobre tu situación... Quise ayudarte.- La abrazo y ella comienza a llorar.