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POV SEOK JIN.

Estoy en mi oficina revisando algunos documentos, cuando escucho que alguien abre la puerta, subo la mirada y veo a mi secretaria con un café en la mano.

–Señor Kim, lo llaman a la sala de juntas.-

–Okay, gracias ahora voy.- Guardo los papeles y ella se acerca a mí.

–Le traje un café, es de leche de soya y un poco de cocoa.-

–No era necesario pero, gracias.- Tomo el vaso y salgo de la oficina para dirigirme a la sala de juntas. En cuanto entro veo al presidente y al vicepresidente de la compañía.  –Con permiso.- Digo entrando y haciendo una reverencia.

–Adelante Seok Jin.- Dice el vicepresidente, entro sentándome enfrente de ellos, le doy un sorbo a mi café y lo dejo a un lado.

–Seok queremos hacerle una propuesta de trabajo, ganará más, tendrá más prestaciones y tiempo libre.- Agrega el presidente.

–Me encantaría hacerlo, así no dejaría tanto tiempo sola a mi hermana.- Digo emocionado.

–Sólo que hay un pequeño inconveniente, el trabajo es en la sucursal de Daegu.- Borro la sonrisa de mi rostro y aprieto con fuerza mi puño.

–¿En Daegu?.-

–Si, esa será ahora la matriz, te ocupamos ahí, y no aquí donde será simplemente una sucursal más... Pero no te preocupes que la empresa te asignará una casa para que vivas.-

–De igual forma otros de tus compañeros serán promovidos a Daegu... Tienes que empezar a empacar tus cosas para mudarte el fin de semana.-  Ambos se ponen de pie, hago lo mismo, hacen una reverencia seguidos de mí y se retiran.

Cuando regreso a mi casa, está Jiwoo sirviendo la cena.

–Jin-ah llegas temprano, ahora te sirvo tu plato.-

–Si, gracias... Jiwoo tengo algo que decirte.- Ella voltea a verme desde la cocina, sonríe de lado, regresa con un plato servido y una jarra de agua de limón.

–Es acerca de NamJoon ¿No es cierto?.- Dice sirviendo agua en mi vaso.

–No exactamente.- Se sienta enfrente de mí y toma mi mano.

–Bien, entonces dime.-

–La compañía decidió mandarme a Daegu, puesto que la matriz va a ser cambiada allá.-

–¿Y piensas ir?.-

–No tengo otra opción, puedes ir y venir en tren, yo iré por ti a la estación.-

–Quisiera quedarme aquí.- Responde cabizbaja.

–Pero no puedes, debes de estar conmigo.-

–Puedo conseguir un trabajo de medio tiempo, y así mantenerme bien.-

–¿Por qué te quieres quedar?.-

–No quiero verte sufrir por ese sujeto.- Responde mordiendo su labio y secando una lágrima que cae de su ojo.

–Eso no va a pasar, pero puedes quedarte en los dormitorios de la preparatoria, y puedes ir conmigo los fines de semana... ¿Te gustaría eso?.-

–Si, creo que me sentiría un poco más cómoda.-

–De acuerdo, mañana iré a arreglar eso, pero tienes que tener todo listo antes del sábado.-

–Si, no te preocupes, yo te ayudaré a empacar todas tus cosas.- Sonrío y acaricio su cabeza.

–Gracias por ser tan comprensiva.-

Los días pasaron, la casa fue quedando totalmente vacía, a tal punto de que sólo quedaron dos futones ya que fuí enviando los muebles a la nueva casa.

StalkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora