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Here's where I'll stay and
Emeritus estaba furioso, aunque eso se queda corto para el sentimiento que estaba inundando su ser como si de un fuego vivo se tratara.
Todavía no entendía como pudo pasarle semejante cosa, especialmente a él que tanto alardeaba de mantener a sus ghouls bajo control tal cual lo hacía Segundo, pero no, no era así. ¿El problema? Su ghoul, el idiota que había cuidado como si fuera su propio hijo, terminó por enamorarse de la rata asquerosa de Copia, lo odiaba de sobremanera y se sentía tan estúpido por no haberse dado cuenta desde el principio, las señales eran muy claras y casi todos lo habían notado, nunca puso la atención suficiente cuando lo mencionaron y ahora tenía que aceptar lo que fuera que dijera porque simplemente no había marcha atrás. Estaba atrapado en la sensación de vergüenza y la genuina molestia de tener que decir algo.
—Debería darte vergüenza. —Su voz era una mezcla entre enojo y decepción, más enojo que lo último— ¿Cómo pudiste hacerme esto a mí?
Fire no despegó la mirada del piso, no tenía absolutamente nada que decirle, no iba a dejar a la persona que amaba por un simple berrinche de su líder, no había algún problema más allá del hecho de que Emeritus odiaba a Copia por razones puramente banales y egoístas, a Tercero le encantaba armar tormentas en vasos de agua y esperaba que esta no fuera más allá de eso.
—¿Vergüenza? —Respondió con un poco de miedo colgando de su voz.
Sintió la mirada de Papa posarse sobre él casi juzgándolo sin necesidad de usar las palabras para hacerlo, sabía que estaba demasiado molesto, pero no quería seguirle el juego.
—¿Por qué él? —La pregunta lo tomó por sorpresa, ni siquiera él mismo sabía cómo habían ocurrido las cosas en primer lugar, sólo sabía que habían pasado demasiado tiempo juntos, que una cosa había llevado a la otra y al final habían terminado besándose en uno de los oscuros pasillos del lugar— Es decir, ¿Por qué no Water? O alguien más, no lo sé...
—Mis sentimientos no son algo que pueda controlar...—El lugar quedó en silencio hasta que volvió a hablar, aún con la misma sensación de temor por decir algo incorrecto y desatar la ira del Papa aún más de lo que ya lo había hecho— Sólo sé que me enamoré de él y ya.
Copia, que estaba a fuera escuchando casi pegado a la puerta, sintió su corazón latir fuertemente cuando escuchó eso, nunca le había mentido y la facilidad que tenía para admitirlo incluso frente a Tercero lo hacía replantear si incluso él amaba tanto a Fire como para hacer eso.
—¿Escuchaste eso, Kiri? —Preguntó con emoción al roedor que se encontraba sobre sus hombros— ¡Él está enamorado de mí!
—Sabía que no debía dejarte pasar tanto tiempo con él.
Ahora era el momento en el que pensaba en posibles soluciones inmediatas que pudieron funcionar antes y sólo lo hacía sentir culpable a él mismo por actuar tan desinteresado con sus ghouls.
—De igual forma hubiera ocurrido. —Se encogió de hombros de manera despreocupada, le daba igual, no podía hacer nada, de todos modos el hombre frente a él ya estaba más que furioso así que nada de lo que dijera podía empeorar la situación.
—¿Por qué estás tan seguro de eso?
—Él es una persona encantadora.
—No, no lo es, sabes que le gusta convivir con las ratas ¿Cierto? —Intentó persuadirlo, pero de nuevo Fire parecía desinteresado en lo que sea que tuviera que decirle, conocía a Copia desde todos los ángulos y nada de lo que hiciera podría alejarlo de él— ¿Eso es encantador para ti?
—¡Lo es! Él tiene un buen corazón, ¿Por qué no puedes simplemente aceptarlo? —Sus manos golpearon la mesa, estaba cansado de escucharlo, él no iba a hacer que dejara de amar a Copia con su palabrería barata.
—Bien, Fire... si lo que quieres es estar con Copia... —De nuevo ese tono amenazador que lo hacía cuestionarse sobre cuáles eran sus verdaderas intenciones— Estarás con Copia.
—Aún no entiendo cuál es tu maldito problema.
—Lo odia, eso es suficiente. —Mary rió, a él también le parecía patético el intento de su hermano para interferir en la relación de Fire— En verdad necesitas calmarte.
—Cállate, deja de meterte en mis decisiones.
—Esta no es tu decisión, Tercero. —Al menos había una sola persona cuerda entre toda esa bola de arpías que tenía como líderes— Deja a tus ghouls ser feliz por una maldita vez y actúa como una persona madura.
Here's where I'll go
Salió del lugar cerrando la puerta fuertemente tras él, también estaba molesto y no quería volver ahí sólo para escuchar toda esa mierda, había tenido suficiente con el regaño de su líder y la mirada acusadora de sus hermanos que solían apoyar todo lo que Tercero decía así fuese la cosa más absurda que pudiera imaginarse, lo único que lo había hecho sentir bien era el apoyo que Mary le había dado, casi intercediendo por él ante todas las estupideces que Tercero había dicho.
—¡Fire! —Un pequeño grito lo hizo voltear sólo para ver al cardenal ahí, agitando su mano en el aire para llamar su atención.
Caminó hasta él y lo abrazó sin decir una sola palabra, todo lo que necesitaba era a él y olvidarse de lo que acababa de escuchar. Por un momento se sintió tan afortunado de tenerlo, cualquier regaño o humillación valía la pena si era por él y por nadie más.
—¿Qué tal? —Murmuró contra su hombro aún sin soltarlo, sabía de sobra que la había pasado mal ahí dentro, pudo escuchar todo lo que dijeron y el cansancio mental debía de ser increíble considerando lo fácil que era molestar a Fire.
—Todo está bien.
—¿Estás seguro? —No podía ver su rostro, pero estaba agradecido por tener la máscara en su rostro, de esa manera no podría ver la forma nerviosa en la que estaba mordiendo su labio por la sola cercanía con él— Parecía que estaba muy molesto.
En realidad no estaba muy seguro de eso, era consiente de que cualquier cosa podría pasar ahora que Tercero y los demás sabían acerca de su relación, pero estaba seguro de que iba a hacer lo posible para que funcionara tan bien como lo había hecho hasta ese momento, no se perdonaría a sí mismo si lo dejara de lado sólo por algo sin importancia.
—Lo está, pero no me importa. —Tendría que tolerar a Tercero y mantenerlo alejado de su relación si de verdad quería que funcionara— Simplemente Ignóralo.
