¿Puedes amarme?- Naruto Fanfic (ObitoXHinata)

Capítulo XII: Regresa.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento
al lector.

—Onee-sama— Hanabi entro gritando a la habitación de su hermana, ella estaba terminando de vestir a su hijo.

—¿Qué sucede?

—Necesito hablar contigo, en privado.

Hinata la miró detenidamente, beso la mejilla de Hiro y le sonrió— Ya puedes irte con Kohaku-san y Natsuki-san.

—Si— el niño asintió varias veces y se bajó de la cama para salir corriendo— Nos vemos después.

Hinata espero a que se dejarán de escuchar los pasos de su hijo— ¿Qué sucede?

—Escuche que algunos Samuráis decían que tendríamos la visita del Hokage, él asegura que hay dos ninjas de Konoha en el País del Hierro— Hinata poso su mano en el lugar donde estaba su corazón latiendo con velocidad, ese era el mal presentimiento que tenía— Él ya sabe que estamos aquí, tenemos que huir.

—No.

—¿Qué dices?

—Si nos vamos será como aceptar que se trata de nosotras— Hinata se sentó en la cama, estaba demasiado nerviosa— Sospecharán.

—Y si no nos vamos se darán cuenta de que somos nosotras, Hiro es idéntico a él.

—No tienen porque ver a Hiro.

—Espero que todo salga bien— murmuró Hanabi.

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Kakashi y Obito llegaron al País del Hierro por la mañana, fueron directamente con el líder y jefe de los Samuráis, Mifune.

—¿Entonces que es lo que hacen aquí?, Hokage.

—Creemos que dos de sus hombres son de nuestra aldea, se trata de dos Hyūga.

—Estamos seguros— dijo Obito.

—Obito— murmuró Kakashi para que su amigo guardará silencio.

—¿Y qué se supone que hacen dos Hyūga aquí?, ¿Son desertores?

—Le aseguro que ellas no son una amenaza, solo huyeron por problemas con su Clan, específicamente lo del sello.

—¿Ellas?, ¿Esta seguro de que son mujeres?, Las únicas mujeres que tengo en la lista de Samuráis son a Hotaru y a Kaori.

—Estoy seguro, tal vez solo cambiaron su nombre para que fuera más difícil encontrarlas.

—Ellas han demostrado lealtad al País del Hierro, pero si usted cree que se trata de las mujeres de su aldea puedo dejar que las mire.

—Me parece bien.

—Si ellas aceptan ser quien ustedes dicen, dejaré que se vayan.

—Entiendo.

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