Tercera parte

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Después de que por fin nos presentamos Maricela la hermana de Eak me llevo a una parte de la mesa donde se habían preparado algunos guisados sin carne, había ollas de barro con arroz, frijoles, guacamole, entre otras cosas, al parecer su familia a pesar de ser amante de la carne, también disfrutan de sus complementos, todo estaba muy tranquilo, hasta que comenzaba a escucharse varias veces el timbre y de un momento a otro el jardín de Eak se lleno de personas de todas las edades, todos reían a carcajadas, unos traían frituras, cervezas, refrescos, al parecer no era solo una carnita asada como yo creía, sino que era una fiesta de bienvenida, por lo que Eak me contó, cada vez que alguien en su familia tenia pareja festejaban como si fuera casi la boda, de esta forma sabrían si quien los pretende estará dispuesto a convivir con una familia tan grande como ellos.

-mira, vez al gordo con barba de la mesa de allá, ese es mi tio Don Edifonso, mira este lado, ella es mi media prima, su mamá se metió con el hermano del tendero de la prima de mi mamá, y pus las cosas pasaron, mira para acá, ese que esta con mi hermana Maricela se llama Enrique, es el hermano de mi papá, pero él casi no viene así que ni te acostubres a verlo- me contaba Eak, mientras este me abrazaba muy orgulloso de que yo estuviera justo en ese momento con él.

-si... Si que son una familia grande-

-¡¡uta!! Y los que faltan, mi padre tiene 5 hermanos, 7 hermanas y 3 medios hermanos, mi abuelo era un cabrón, pero también mi abuela, ella saco adelante a todos y corrió a mi abuelo de su casa, pero a pesar de todas sus diferencias su hijos aún los quieren a ambos-

-ya veo...tienes una familia muy peculiar-

-no Town, no tengo, ¡tenemos!- respondio Eak al tomar mis manos como fuerza para luego tomarme del rostro y besarme tiernamente, en ese momento escucho unos grandes gritos de emoción y aplausos de parte de su familia, no sabía que hacer, esto era algo vergonzoso, todos nos habían visto y festejaban por ello.

-vamos mijo, que no te de vergüenza- de acercaba su padre a nosotros. -los tiempos cambian y aunque no lo creas, en esta familia siempre se apoyara a la familia, sin importar lo que pase- se acerco a levantarnos a Eak y a mi de donde nos encontrábamos sentados y le chiflo al que parecía uno de sus hermanos, lo deduje por el parecido que tenian ambos.

-¡¡hechate unas cumbias!!- grito su padre al dejarnos en medio de todos y alejarse.

-espera...no Eak, yo no se bailar estas cosas-

-¿qué te preocupa? Si aqui tienes frente a ti al mero, mero maestro de cumbias, he sido el mejor bailador y sobre todo...- las palabras de Eak fueron interrumpidas por una voz aguda.

-que le haces carnal, no te quieras lucir, si toda la vida siempre te la has pasado bailando con tía Clemente-

Eak miro con unos ojos de odio a su hermana y esta comenzó a reír a carcajadas para luego tomar a un chico que estaba a su lado y ponerse a bailar, seguido de esto, todos comenzaron a tomar una pareja y bailar aquella música tan movida.

-esta bien, no soy el mas chingon bailando, pero te puedo enseñar- Eak poso una de sus manos en mis caderas y coloco una de mis manos en su hombro, me sostuvo con firmeza y comenzó a bailar conmigo, en varias ocasiones lo pise, pero esto no pareció importarle, la tarde paso muy rápido, pude conocer a la mayoría de su familia, algunas cosas de sus pasados y todos absolutamente todos eran unas magníficas personas.

-Eak...tú familia es maravillosa...- dije de la nada una vez que nos habíamos alejado a descansar de tanto bailar.

-y eso que aun no conoces a toda- dijo orgulloso al tomarme de las manos y acercarse peligrosamente a mi, sentí como metió una de su piernas en medio de las mías y comenzó a besarme de una manera muy repentina.

-¡epale mijo! Aguantese esas ganas, que aún no sabemos quien sera el padrino-

Eak al escuchar la voz de su padre se alejo de mi algo nervioso y a la vez enojado.

-quien diría que tan pinche chaparro podrías domar a tan tremendo gigante- Se burlo su hermana al acercarse seguida de su padre.

-¿padrino?- pregunte extrañado, a la vez que Eak se acercaba a su hermana y la tomaba por el cuello para tenerla cerca de él.

-deja de chingar tanto-

El padre de Eak solo reía al ver a sus dos hijos comorparse como siempre, hasta que este se acerco a explicarme lo que pasaba.

-mira mi Town, aquí en esta familia, cuando nace un chamaco, buscamos entre toda la familia a un padrino, este le pondrá un nombre y lo llevara al bautizo-

-ha, creo que entiendo- creo que entendí la indirecta de su padre al decir lo del padrino tras encontrar a su hijo y a mi en esa situación, aunque es practicamente imposible que ambos esperemos un hijo...

-por eso es que este tiene un nombre tan extraño- se burlo nuevamente su hermana.

-¿y se puede saber quién es el padrino de Eak?- dije curioso, ya que me llamaba la atención saber cual de todos los invitados de esta tarde era quien le puso a Eak su nombre, algo que recuerdo de mis padres es que ellos eran muy analistas con el nombre que todos tenemos ya que el nombre no es algo que escojamos, sino algo que nos formara a lo largo de la vida, mi nombre fue muy especial para ambos ya que recuerdo por historias de mi abuelo, que yo nací en el momento menos esperado ya que mi madre estaba sola en casa mientras mi padre y un grupo de campesinos de la zona intentaba proteger un santuario en Argentina que una empresa planeaba demoler para hacer un centro comercial, ella me tuvo en casa, sus conocimientos en medicina general la ayudaron a traerme a este mundo, cuando mi padre regreso triunfante de aquel lugar vio a mi madre sorprendido al verme ya en sus brazos, al principio mi padre se molesto por no haberlo llamado al instante, pero luego se tranquilizo al saber de una vez que ambos estábamos bien, ambos sonrieron al verme y a la par me llamaron Towntrap que significa: "pequeña luz de esperanza" o esas son las palabras que me contaba mi abuelo.

-¡nombre! Mijo, ese ya se nos petateo, el día que bautizamos a Eak su puso hasta las chanclas y nadie se dio cuenta de que el wey ya no estaba, cuando lo buscamos, pus no, ya era tarde, mi hermano se calló a un drejane que estaba destapado-

-oh...lamento mucho lo ocurrido-

-no lo lamentes mijo, el buen Arturo vivió su vida al máximo, así que no fue ninguna pena, claro todos sufrimos su partida, pero también lo llevamos aqui- dijo al señalar su pecho. -y mientras el siga aquí no hay pedo, el nos cuidara a todos-

-y se puede saber o bueno, no se si sepan ¿por qué le puso Eak?-

-mi tío escojio ese nombre por que en un viaje que tuvo a España conoció a una chica de la cual se enamoro, que pinche cursi, pero bueno, eso es lo que me han contado mis jefes- dijo Eak al dejar a su hermana y acercarse.

-por lo que tengo entendido, mi nombre tiene un significado como gringo o no se-

-¡su nombre significa caballero valeroso y de gran fortaleza!- se escucho un grito provenir de entre los familiares de Eak, de entre todos comenzó a acercarse una señora bien vestida, con un vestido algo primaveral y unas sandalias muy finas, esta se acerco con una aura algo pesada, una vez cerca de nosotros, ella abofeteo a Eak.

-te advertí que no quería tus jaladas en esta casa-

Maricela corrió con su hermano, y su padre tomo a la mujer de las muñecas

-Eleonor, calmate no estaban haciendo nada malo, amor, ya habíamos hablado de esto-

Yo me encontraba totalmente confundido, no sabia que estaba pasando, no sabia que hacer o como reaccionar, simplemente quede en un shock al ver a Eak con la mejilla totalmente roja, a Maricela ayudándolo a incorporarse de pie y a esa tal Eleonor alterada por alguna razón.

Tú fuiste el culpableWhere stories live. Discover now