Tú fuiste el culpable

Onceava parte.

 Todos nos quedamos petrificados al ver el rostro de Eleonor, por unos instantes su rostro reflejaba extrañeza pero conforme observo la caja y saco con su mano uno de los caracoles que había en ella, una efímera sonrisa apareció en su rostro para después comenzar a sacar lágrimas de sus ojos.

-Eleonor... Amor ¿que sucede?- decía Raúl al pasar sus manos sobre sus hombros, Eleonor en ese momento rompió aún mas en llanto, escondiendo el rostro en el pecho de su esposo. Temor. Fue lo único que podía sentir en aquella mujer tan fuerte, era casi como el reflejo de una niña pequeña, ¿como es posible que ese regalo causara tal reacción en ella?

Raúl se llevo a Eleonor de aquel día de campo que parecía tan normal, nuestros planes habían caído tan profundo que era difícil predecir lo que sucedería después, Eak se despidió con un beso de mi y corrió detrás de sus padres, para ver como se encontraba su madre.

-tranquilo carnal, todo saldrá bien-

Maricela se despidió de mi con una sonrisa, al final me quede solo junto a Cami en aquel pastizal del parque, sin saber que hacer o como reaccionar.

** ********** 

A la mañana siguiente revise mi teléfono con un poco de ansiedad; ¡Joder! Hace tiempo que no me sentía así. Al prender la pantalla no encontré mensajes ni llamadas de Eak, esto me preocupaba ya que a pesar de lo ocupado que se encuentre siempre encontraba un momento para mi.

Tome un suéter y salí de mi casa en dirección a la de Eak, seguramente su madre lo castigo por la metida de pata del día anterior, no se como le haré, pero necesito reparar este daño.

Al llegar toque el timbre, sentía las manos frías, el corazón acelerado y un nudo en la garganta, respire hondo e intente tranquilizarme de lo contrario solo empeoraría mas las cosas.

-Hola cuñis-

-hola Maricela... ¿De casualidad se encontrara Eak?-

Maricela se veía un poco desanimada, aun a pesar del tono de alegría en su voz, al terminar de preguntar por Eak, ella salio cerrando la puerta, me tomo de la muñeca y me llevo a la entrada de su casa.

-lo siento we, pero mi hermano... no creó que puedas volver a verlo o al menos no por ahora-

Esas palabras me habían llegado como agua helada, coloque una de mis manos en mi frente intentando no romper en llanto, seguramente Eleonor lo había castigado, y todo por mi culpa.

-¿por qué lo dices Maricela? Al menos podría... ¿Verlo solo un momento?-

-no creo que se pueda cuñis-

-¿por que no? Solo serán 5 minutos, necesito calmarlo y decirle que todo saldrá bien, conociendo a Eak lo mas seguro es que intente escapar de su habitación y empeore las cosas, solo te pido un momento y yo arreglarse las cosas con él para luego intentar disculparme con Eleonor.

-no cuñis, es que tu no entiendes... mi carnalito ya no esta aquí, mi jefa lo mando con mi abuelo en Alemania, no es que no quiera ayudarte, pero todo paso tan rápido...-

-espera... ¿Qué? ¿Alemania?-

-si... Después de lo ocurrido ayer, mi madre no dejo de llorar, estaba muy triste por alguna razón que... no sé, incluso mi padre no pudo consolarla lo suficiente, en la madrugada de ayer cuando pudo controlar su llanto, comenzó a hacer unas llamadas, mi hermano y yo nos fuimos a dormir y en la madrugada escuche a mi madre furiosa, estaba discutiendo con Eak, pero... al final mi padre interfirió, Eak se tranquilizó y bueno... no se como es que Eak acepto pero se fue con mi madre a Alemania, ahora estoy sola con mi padre, pero mi mama seguramente ya tomo un vuelo lejos de aquí, lo siento mucho cuñis... la verdad no se si vallan a regresar pronto...-


Un silencio se hizo presente, no sabia como reaccionar, no tuve ni la oportunidad de disculparme y ahora me encontraba solo otra vez, no pude siquiera despedirme de Eak, ¿Y si Eleonor piensa dejar a Eak en Alemania? No... No, esto no puede estar pasando. Me aleje de la casa de Eak y comencé a correr a la mía, tome mi teléfono y comencé a llamarlo, pero solo escuchaba el sonar de su celular seguido de la contestadora, sentía como mi corazón era suprimido por dentro, mis ojos comenzaron a llorar y un sentimiento de impotencia se apoderaba de mi, no pude hacer nada, no tuve siquiera la oportunidad, estaba devastado. Llegue a mi casa y lo único que hice fue tumbarme en la cama y comenzar a llorar.

-¿Ahora que haré sin ti?-

Lágrimas descendían de mis ojos y poco a poco comencé a dormir con la esperanza de volver a verlo, una esperanza que hacia mas larga su ausencia, esta era la primera vez que sentía como me rompían el corazón.

  ★†★†★†★†★†★ 

Lamento no haber publicado el viernes jaja tuve un improvisto pero aquí esta el otro capitulo jaja, espero y lo disfruten mucho.