Tú fuiste el culpable

Decima Parte :3

Sentí un gran nerviosismo al ver a Eleonor tan seria mientras comiamos, suspire lo mas que pude para poder relajarme, la tarde pareció normal, hasta ahora todo parecía ir por buen camino.

-bien, creo que ha llegado la hora del postre- dije al sacar de una canasta unos vasos de cristal con flan en ellos.

-Eak me comento que eran sus favoritos- dirigí mi mirada hacia ambos padres.

-¡claro que si! Es que mijo, ¿como no puede llegar a gustar la textura?- dijo Raúl al tomar un vaso.

-en cierta parte lo son, pero no todos son tan buenos como los tradicionales- dijo Eleonor al arquear una ceja a la vez que tomaba uno. -ahora todos los hacen de sobre-

-no, no, se equivoca, yo preparo las cosas lo mas naturales que se puedan, ya que no me gusta... no me gustan los colorantes o saborizantes artificiales- dije al devolverle una sonrisa.

Eleonor me miro con un poco de sorpresa, pude ver como tomaba la cuchara y probaba el flan que había hecho, ese silecio, la seriedad en su mirada y el tiempo hicieron que se congelara mi sangre, sentí como Eak tomaba mi mano en señal de apoyo, durante ese trance no era el único nervioso, Maricela se mordía el labio inferior y Raúl miraba a su esposa esperándo que todo marchara bien, tiempo después Eleonor dejo el vaso sobre el mantel, se levantó y me miro con una frialdad característica de ella. Fue en ese momento donde supuse que no le había gustado.

-yo... lamento no saber hacer unos flanes a su gusto... en verdad me esforce...-

Eleonor se dirigió a la canasta y se la adueño.

-¡¿de que hablas?! Si te han quedado de maravilla, solo vine por estos por que Raúl seguramente se los adueñara- en ese momento Eleonor se hecho a reír
-vamos, que no soy un monstruo, esto esta peor que un funeral-

Raúl soltó una carcajada a la vez que miraba a Eak, realmente aquella actitud nos había asustado, a la vez que nos había sorprendido, quizás agarramos a Eleonor de buen humor hoy, justo en ese momento tome un poco de flan con la cuchara y se lo doy de comer a Eak en la boca.

-vamos Eak, abre grande- dije con una sonrisa nerviosa, Eak comió la porción que le daba y después se acerco a mi con un pequeño abrazo

-esta bueno, pero no tanto como tú- dijo para luego darme un beso casto en los labios, fue en ese momento donde Eleonor cambio aquella mirada de alegría por la misma seriedad que llevaba consigo, estaba algo confundido, al mirar a Maricela pude ver que estaba un poco nerviosa y fue en ese momento que Eleonor se levanto nuevamente de su lugar y tomo su bolsa.

-cariño, es hora de irnos-

-pero... Eleonor, amor, ¿por que tan de repente?- contesto Raúl a la vez que se levantaba para ir por ella.
-he dicho que nos marchemos, estas escénitas... ¿que? Acepte venir a esta tonta comida por que se supone era una comida de despedida o a caso, ¿me haz mentido Maricela?-

Ella simplemente agacho la mirada para después contestar. -si, si lo hice, pero fue por que sabía que no aceptarias venir por la buenas- Maricela se volvió a vernos a Eak y a mi -lo siento cuñis-

-¡esto es increíble! Santo cielo, toda mi familia se pone a favor de un chico que apenas y conocen-

-pues eso es por que tu no les das la oportunidad de conocerlo tan bien como yo- se levanto Eak para defenderme, yo simplemente me levante y coloque a su lado posando una mano sobre su hombro

-tranquilo Eak-

Se podía ver en los ojos de Eak una cierta rabia acompañada de tristeza, el simplemente no contestó nada, Eleonor seguía gritando a Raúl y a Maricela.
Todo se volvió un completo caos, me encontraba nervioso a la vez que asustado, no sabia que hacer, hasta que a lo lejos vi una cabellera verde bajo un sombrero, cubierto con un enorme abrigo.