capítulo 56.

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Ayato se encuentra con Shin cerca a la organización de la CCG donde suponen debe estar Hideyoshi, camuflados bajo la noche y el ruido de los autos en las calles. Se acercan al lugar cerca a el piso donde Shin aseguró que mantiene Hideyoshi pero con la vigilancia máxima como siempre era de suponerse de la CCG. Ayato sigilosamente se acerca para observar por alguna apertura, mientras Shin se escabulle detrás de un arbusto rogando por no cometer ningún ruido más que el de la sangre pasando por sus venas y el de su acelerado corazón que entraba en pánico y se cubría en el miedo de tener que volver a ese lugar y ver los culpables quien hicieron de su vida una desgracia.
Kaneki por otro lado de encuentra angustiado por lo que Ayato se sacrificó a hacer y también le generaba impotencia no estar ahí para poder salvar lo que quedaba de Hideyoshi
Hinami y Touka recuperaba el tiempo que estuvieron separadas pero para ninguno era posible mantener sus pensamientos salvos de solo imaginar que en cualquier momento pudiese faltar uno de los suyos, la angustia apoderaba dentro de sus días, apoderaba en la rutina, en la monotonía que se iba haciendo, el sentimiento de estar incompletos, en vez de sentir la felicidad de empezar una nueva vida aún estaba los linajes a Tokyo, quedaban muchos de ellos en Tokyo. Aquí la cuestión es ... ¿qué perspectiva quieres tú? miramos por el lado de los Ghouls, hablamos de los ghouls, ¿importa la humanidad acá?  ¿Importa las vidas perdidas ?, son dos razas en contra. Sólo que una más fuerte que otra bueno, anteriormente antes de que los humanos empezaran a convertirse en ghouls, para cometer un atroz suicidio porque exterminar en lo que se han convertido, ¡Qué ilógicos son! sería más fácil aceptar que son la presa, o... ¿está bien luchar por su vida?

Ayato camina sigilosamente al rededor del plantel de la CCG, mira a Shion, su corazón palpita rápidamente, ahora más que nunca siente ganas de vivir y le causa miedo, le causa temor, el sonido de los autos han parado... el frío de la noche se convierte en sudor y calor, parece que el tiempo se parara, Ayato se voltea de nuevo al oír un tenue ruido a pocos metros de él, parpadea una, dos veces y ahí están ... frente a sus ojos ... ¿Hora de la lucha?

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