19. ¿Estamos avanzando?

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Había tomado la decisión de escabullirse muy temprano con el fin de ignorarlo y darle el mayor espacio posible mientras se armaba de valor para disculparse. ¿Cómo debía empezar? Tal vez un "lo siento" no bastaba, tal vez negar todas sus palabras tampoco funcionara, pero debía intentarlo, ¿no?

Al visualizar que su hermano venía en su dirección se detuvo abruptamente, él también lo hizo, atento sus movimientos. Dos segundos después el juego de miradas más incómodo que jamás había tenido comenzó. Ninguno deseaba tomar la iniciativa, ¿quién debía disculparse primero? No lo sabía, tampoco lograba entender por qué no podía abrir la boca para ser la primera en remediarlo todo aun cuando lo deseaba tanto.

—¿Planeas seguir ignorándome o ya podemos hablar? — su voz sonó molesta, más de lo que pudo imaginar.

—Te estoy dando tu espacio, eso fue lo que me pediste, ¿no lo recuerdas? — la expresión de su hermano cambió — Deja de meterte en mis malditas decisiones, necesito que me dejes respirar — citó las palabras de la primera discusión — ¿no es eso lo que querías?

—¿De verdad comenzaremos el día de esta forma? — había cierta pizca de irritación en su voz.

—Evidentemente aún no has reflexionado sobre cómo terminó nuestra última discusión. Siendo así, no planeo hablar contigo, Aiden — sentenció pasando por su lado — No quiero arruinar mi día con más discusiones.

Continuó su caminar en silencio y una vez terminó su recorrido regresó a casa con él pisándole los talones, caminando detrás de sí para asegurarse — creía — de que llegara bien a casa luego de su no tan común caminata por la mañana.

Ingresó a la cocina en busca de agua y cuando salió él se encontraba parado en la mitad de la sala reflejando desesperación.

—¿Podrías escucharme?

—¿Podremos charlar de forma civilizada por fin? — preguntó pasando por su lado.

—Bueno, tú eres la que no quiere escucharme — se detuvo suspirando — Estoy tratando de dar arreglar las cosas, pero tu solo me evades, ¿de verdad continuarás haciendo esto? — se mantuvo en silencio e inmóvil — Lo lamento, ¿bien? Me equivoqué, realmente lo hice y que pido una disculpa, jamás fue mi intención herirte, Piper.

Analizó sus palabras, así como su mirada la cual reflejaba arrepentimiento.

Se le veía cansado, y debía admitir que, por muy fuerte que hubiese sido su discusión, jamás había pensado en no disculparse, solo trataba de encontrar la forma correcta de hacerlo.

—Lamento todo aquello que te dije, estaba fuera de mí, tenía muchas cosas en mi cabeza y exploté contigo — disminuyó la distancia entre ambos — Amo que te preocupes por mí, que siempre estés cuidándome y apoyándome incluso cuando soy un completo imbécil. Amo esta familia y amo que seas mi hermana, ¿podrías, por favor, perdonarme?

Por unos minutos nada salió de su boca, acción que preocupó a su hermano quién decidió continuar con su disculpa.

—Sé que soy un tonto por actuar de esta manera, tienes razones para preocuparte y también sé que tienes razón cuando dices que... — al escucharlo agitó el rostro a modo de negación y elevó la palma de su mano para callarlo. Aiden obedeció de inmediato mostrándose preocupado por su repentido actuar.

—No tengo razón, Aiden — trató de sonreír — Son tus decisiones. Entiendo perfectamente lo que deseas hacer, lo comprendo y creo que también cometí un error al dejarme llevar por la preocupación — su hermano sonrió un poco — Solo quiero que estés bien. Deseo que recuerdes que tu familia te quiere y apoya, que eres importante para todos; queremos verte bien.

|Deseos a la luna| BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora