Siempre el mismo juego,el gato persigue al ratón por el callejón. Ese roedor un mendigo urgador y ese felino todo un señor de traje fino. Dos realidades tan desiguales en una misma ciudad,el elegante gato duerme entre sábanas de ceda mientras el ratón se saltea la cena. Y es así,el pobre revisa tachos de basura y el rico malgasta su fortuna. Miren que paradoja, la basura que el poderoso arroja es tesoro para que el pobre recoja. El gato más fuerte juega con la suerte de ese pobre ratón,que hace un rato juntaba carton. Si ese animalito se tarda en escapar esa bestia so lo va a devorar y no lo hace por necesidad si en sus almuerzos come caviar,solo lo hace por diversión que el corre al ratón. Debajo de un farolito el gato rodeado de sus alcahuetes que esperan las migajas de sus banquetes.
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Mirando los pasillos de la sociedad
ŞiirUna mirada poética de realidades contadas desde un mundo con palabras paralelas.