El silencio siempre le había gustado para ordenar sus ideas; sin embargo, la serenidad de ese lugar le parecía apabullante, y la mujer frente a él, un fantasma de la dulzura, de la persona que conoció años atrás.
—Señora Hiroko... —comenzó él, no sabiendo como comenzar alguna frase que diera pie a una conversación; entre más observaba a la madre de su mejor amigo, más sentía que la mujer estaba a punto de romperse.
"¿Por qué Yuuri?"
— Phichit....hay... ¿hay algo? —la mujer apretó sus manos, como si eso le ayudará a sostenerse un poco más de lo que le quedaba, de su corazón roto—. ¿Has encontrado a Yuuri?
El joven de tez morena negó suavemente en su cabeza. Había permanecido en Japón por esa razón, si bien su investigación sobre la desaparición del padre de Yuuri y Yuuji demostró ser un esfuerzo inútil; cuando se iba a ir del país, Hiroko lo contactó con un mensaje que le hizo sentir un vacío en su estómago.
Yuuri y Víctor han desaparecido.
—Intente irlos a ver, pero no contestaron mis llamadas, cuando fui...en el lugar donde se supone que estaban, no había nadie desde hacía unos meses —contó Hiroko, sin poder evitar un par de lágrimas escapársele a sus ojos.
Realmente no habían dejado rastro en ninguna parte. Phichit incluso pidió ayuda a su padre; era como si ambos, se estuvieran esforzando por no ser encontrados: toda la familia Katsuki se estaba hundiendo, desde la muerte de dos de sus principales miembros.
Ahora la única que parecía quedar, era Hiroko; una madre que perdió a un hijo, y al parecer, acababa de perder a otro.
Esperaba que estuvieran bien, que aquello fuera una estrategia de Víctor para ayudar a Yuuri a despejarse; era conocer de la condición de su amigo, de lo tremendamente inestable que era desde joven, algo que no hizo más que volverse evidente, con la muerte de Yuuji.
—Quiero quedarme hasta tener algo —dijo Phichit. Sus jefes estaban exigiendo su regreso, había podido hacer su trabajo desde ahí, pero comprendía que su vida estaba en su país natal.
Le destrozaba dejar a Hiroko así, sin una respuesta, y sin nadie de su familia a acompañarla. Tenía algunos hermanos la mujer, sin embargo, no creía que eso cubriera el vacío de sus dos hijos.
Lamentablemente, Yuuri y Víctor dejaron de existir, una identidad abandonada por voluntad, y por su culpa.
La primera despedida fue, cuando Yuuri se negó a sí mismo; a que su corazón permaneciera en la realidad, a que esa persona que lo amo pudiera quedarse con él. La segunda fue cuando él, sintiendo vacío y miserable, tuvo que cargar con toda la culpa, todo el recuerdo de los actos de ambos: porque tuvo incluso que despedirse de sí mismo.
Dos mentirosos, que se abandonan a sí mismos huyendo de la verdad.
Y que probablemente, habría una tercera despedida.
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Two Farewells [YOI] [Victuuri]
FanfictionDos veces se despidieron, cuando Yuuri abandono sus recuerdos, y la segunda cuando se negó a ser él. Yuuri recuerda que lo conoce, pero no las memorias que formaron, no después del punto de no retorno. Y la segunda despedida, era en la que ambos se...