"Pará, Junior, pará", se escuchó decir a Blas en tono risueño.
Blas estaba sin remera, tratando de vestirse para ir al bar con Junior a su lado, abrazandolo por detrás y dándole besos en la espalda y nuca, causando escalofríos y una leve risa en su novio.
"En serio Ju, se nos va a hacer tarde", siguió diciendo Blas, posicionando sus manos por encima de las de Junior, que se encontraban descansando sobre el abdomen del otro chico.
"Mhhm", murmuró sobre la espalda del mayor.
Blas no pudo evitar un escalofrío cuando sintió las vibraciones de Junior sobre su espalda.
"Es el bar de mi hermano, tampoco es como si nos fuera a despedir".
Junior empezó a darle besos a Blas, subiendo por la espalda para llegar a su cuello y subir hasta su oreja izquierda.
Blas, ante esto, se dio la vuelta rompiendo el abrazo de Junior y le dio un beso rápido sobre la comisura de los labios.
"No, dale vamos. Nos va a matar si seguimos llegando tarde", dictaminó Blas antes de agarrar su camisa y ponersela.
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"No me la puedo creer", dijo Dante exageradamente. "Ustedes dos llegando temprano a trabajar"
"Bue, tampoco exageres Dante, casi nunca llegamos tarde", le contestó su hermano.
"¿No? ¿Nunca? Mira que las tengo anotadas... ¿Querés que traiga el cuaderno?" dijo Dante.
"Dale, dejate de joder", fue lo único que dijo Junior.
...
Junior y Blas se encontraban sirviendo unos tragos cuando Dante volvió.
"Mirá, acá lo encontré. De los días que tienen el mismo horario, esta es la primera vez que llegan a horario en dos semanas"
"En mi defensa, quiero decir que es culpa de tu hermano", confesó Blas.
"¿Qué me echas la culpa a mi ahora?", dijo indignado Junior.
"Dale, no te hagas el boludo ahora. ¿o no te acordás que hoy mas temprano no me dejabas vestirme", le respondió Blas.
Junior por su parte estaba muerto de vergüenza, pasando su vista de Dante a Blas.
"¿Saben que? No me interesan los detalles, pero empiecen a llegar más temprano", dijo Dante antes de irse.
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Junior se encontraba preparandole un trago a un chico, se estaba tomando más tiempo del necesario y, según los cálculos de Blas, esta era la cuarta vez que hacia lo mismo con esa persona.
Curioso, Blas se acercó un poco para escuchar que decían.
"Te queda linda esa camisa", escuchó que le dijo el desconocido.
"Gracias", contestó Junior sin darle mayor importancia.
"¿Cómo te llamás?", siguió hablando el otro chico.
"Junior"
"Yo soy Queco, y ¿sabés que?, te tengo que decir algo", dijo mientras Junior le entregaba los tragos.
"Si, decime", le dijo Junior rápidamente pensando que le iba a pedir algo más.
"Sos muy lindo. ¿Me pasas tu número?", preguntó Queco.
"No te puede pasar su número porque está en horario de trabajo", interrumpió Blas, "dale Junior, que hay cosas para hacer", le dijo su novio de no muy buen modo cuando vio que no se movía.
...
"Blas, que pasó con los pedidos, ¿llegaron al final?", preguntó Junior con una libreta en la mano.
Ya habían cerrado el bar y estaban acomodando todo y arreglando los últimos detalles para el día siguiente.
"Y, no sé, preguntale a Queco", le dijo Blas sarcásticamente.
"Dale Blas, ¿me estás jodiendo?", replicó Junior con voz incrédula.
"No, en serio te digo"
"No puedo creer que me estés haciendo este planteo"
"¿Qué planteo? ¿de qué me hablás?"
"¿Me vas a hacer una escena de celos por eso? ¿en serio me estás hablando?"
Blas no le contestó, sólo lo ignoró y siguió haciendo sus cosas.
Cuando Junior terminó su parte empezó a caminar hacia la puerta del bar.
"Pará, ¿a dónde vas?", le preguntó Blas, ya que ya era costumbre que cuando trabajaban en el mismo horario, Junior se quedara a dormir en el departamento de Blas.
"Con Queco", contestó Junior irónico.
Al ver que Blas no decía nada siguió hablando.
"A mí casa, Blas, ¿a dónde me voy a ir?", finalizó irritado.
"P-pero, ¿no venis al departamento?", tartamudeo Blas confundido.
"¿Vos me estás hablando en serio? ¿Me trataste para la mierda por un cliente y ahora querés que me vaya con vos?", Junior estaba por salir por la puerta cuando Blas lo tomo de la mano.
"No, pará mi amor". Junior estaba por retrucarle que no le dijera mi amor, pero Blas no le dio tiempo a empezar a hablar.
"Perdóname, no tenía derecho a reclamarte nada y mucho menos a tratarte mal"
"No tenías derecho a reclamarme porque no había nada que reclamar", habló aún enojado pero más tranquilo Junior.
"Si ya sé, estuve re mal, tuve un día horrible, estuve de mal humor todo el dia y me la agarré con vos. Perdón", dijo Blas sincero.
Se miraron a los ojos por un momento, en el cual Junior pudo ver el arrepentimiento de Blas.
"No pasa nada", dijo Junior ya sin bronca de por medio y dándole un leve apretón en la mano.
Junior se inclinó para darle un beso rápido en los labios, como diciéndole que ya todo estaba en el pasado, y después le regaló una pequeña sonrisa.
"Ahora, ¿querés contarme que pasó para que te pusieras 'de mal humor todo el dia'?", dijo imitandolo de forma cariñosa.
"Si venis al departamento conmigo, te cuento", le contestó Blas sonriendo.
"Con vos iria a donde sea"
