11. Mamihlapinatapei

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Mamihlapinatapei [[ del Yagan (lengua indígena de Tierra del Fuego, Argentina) ]]

“Es la mirada cargada de significado que comparten dos personas que desean iniciar algo, pero que son reacias a dar el primer paso para comenzar.”

Blas no podía sacarse a Junior de la cabeza. No podía dejar de pensar en todo lo que habían vivido juntos. Al parecer su cerebro había había decidido restringir sus funciones a solo una: extrañar a Junior.

En su mente pasaban, una tras otra, todas aquellas memorias que había conservado, cada momento que habían compartido desde el primer dia en que se conocieron. Pensar en todo aquello no sería nada, porque, con sus altibajos, Junior solo le había dado felicidad y momentos, que aunque empezarán mal siempre habían terminado de buena forma, en conclusión, solo le había dado momentos que valían la pena ser recordados. Sin embargo a esos buenos momentos se les sumaba una imagen que le daba vueltas en la cabeza desde que Junior salió por aquella puerta el día anterior. Mas frecuentemente de lo que a él le gustaría, aparecían frente a él, como si de una tortura se tratara, los ojitos de Junior cristalizandose y todas sus facciones entristeciendose tan sólo un segundo después de lo que él le había dicho.

Esa era el poder que tenía Blas sobre Junior y el poder que tiene el amor, te puede destruir de un segundo a otro. Y así fue, solo un segundo le llevó a Junior sentir que su mundo se venía abajo, porque esas palabras las podría soportar de cualquier otro, pero no de Blas. También le llevó a Blas solo un segundo darse cuenta de lo que había dicho, y de como lo había lastimado. No podía estar más arrepentido, porque por mas peleados que pudieran estar, incluso si  fuera por culpa de Junior, el no tenía derecho a hacer eso. No se había podido controlar, la situación lo había desbordado y eso hizo que hablara sin pensarlo. Lastimó a Junior, y se lastimó a él mismo, porque si algo le duele a Junior a el le duele el doble.

“¿Por qué no le decís a tu médico que te cambie un poquito la medicación? A ver si parás de decir boludeces ”

Blas estaba consciente de que se había pasado, no necesitaba que nadie se lo dijera, y aunque él sabía que no todos los errores venían de su parte, esto sólo contribuía a que se sintiera aún más culpable de la situación de Junior.
Había un lado racional del mayor que le hacía recordar que el no le había hecho nada malo, que sólo lo había cuidado, y que si estaban en el lugar en que estaban era por culpa de Mauro, y que si habían cortado era por la desconfianza de Junior, pero por otro lado no podía evitar pensar que todo era su culpa, que si Junior estaba así era por él y que lo mejor que podía hacer era alejarse.

Eran todos estos pensamientos los que lo estaban consumiendo cuando escuchó una voz que lo llamaba.

- Blas - dijo Renata, consiguiendo recién a la tercera vez que el chico la mire - ¿No pensás atender? - le preguntó señalando el teléfono que no paraba de sonar.

- Ah sí, gracias - contestó Blas, saliendo por fin, de lo profundo de sus pensamientos.

- ¿Hola? - atendió extrañado al ver que era Simona la que llamaba.

- ¿Blas? Blas, vení para la casa de los Guerrico, por favor - se escuchó a Simona decir aceleradamente del otro lado del teléfono - Junior se quiere volver a internar en la clínica, y yo creo que vos sos el único que puede frenar esto.

- ¿Qué? - profirió Blas incrédulo.

- Eso Blas, que se quiere internar - le respondió Simona, tan despistada como siempre, sin entender que la respuesta de Blas era más una exclamación que una pregunta.

- Ya se, te entendí. Pero, ¿cómo? ¿por qué? - el chico no lograba entender como una persona que había luchado tanto por salir de ahí, de repente y sin razón aparente, podría desear volver.

No me sueltes ~ BLASNIOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora