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Mientras una canción de Kygo se escuchaba a todo volumen en mis audífonos, y el transmilenio estaba más lleno que de costumbre, en mi mente solo pensaba en una cosa.
Mierda. Voy tarde.
Habia conocido a Cor en el pueblo donde vive mamá a mediados de diciembre, su energía era fantástica, el tipo de personas con las que yo, Dayleen amo rodearme. Por eso, en cuanto supe que estaría unos días en la capital no dudé en ir a visitarlo.

Estaba tatarareando fragile cuándo la vibración del teléfono me regresó a la realidad. Conteste tan rápido como pude.
-Dayleen, ¿dónde vienes? El almuerzo ya está listo, te estoy esperando.
-Cor, paciencia. Este transporte está una mierda, me esperarás en la estación ¿Cierto? Sabes que si me haces ir sola jamás voy a llegar- que puedo decir, existen personas desubicadas y luego yo.
-Cariño sabes que aquí no me sé ubicar bien, pero ya le digo a Dave que pase por ti.
-¿Dave? ¿Quién chingados es Dave?
-El chico en donde me estoy quedando mujer- dijo cor algo impaciente.
-Vale, pero que salga de una vez, la señora de al lado dice que ya estamos llegando.
-Vale hermosa, ya nos vemos.

¿Ya llegamos? Esa señora estaba igual de perdida a mí, aún quedaba medio camino, y el saber que aquel chico ya estaba esperándome me impacientaba aún más.
Quince minutos después tenía una llamada entrante, Numero privado.
-¿Hola?
-em... hola ¿Dayleen?
-Déjame adivinar ¿Dave? Antes de que digas nada, lamento hacerte esperar tanto, te lo juro, la pinche señora de al lado dijo que estabamos cerca, esta vez sí es verdad, ya voy llegando.
-Vale, no hay lío. ¿Dónde vienes?
-Calle 100...
- Estás a un paso, tranquila ya casi llegas. Te espero.
Colgó.
Un momento Dayleen, ¿por qué tu corazón está latiendo tan rápido? ¿Por qué piensas en lo bonita que se escuchaba su voz? Cálmate, cálmate.

Cuando llegué a la estación me sentía muy nerviosa, ni siquiera la música podía calmarme, divisé entre las personas al que probablemente sería Dave, lo supe tan pronto nuestras miradas se encontraron. sentía que mi cuerpo quemaba. ¿Qué carajos me está sucediendo?
Se notaba algo molesto, intenté sonreír lo mejor que mis nervios pudieran permitirme, sonrió de regreso. Joder. Joder. Joder. Tiene una sonrisa perfecta.

Qué puedo decir del resto de día...

Amé ver a Cor, el almuerzo estaba delicioso, vimos una peli, y bueno... en la peli, Dave se recostó en mis piernas, me miró de la forma más pícara y me fue inevitable no querer besarlo, en repetidas ocasiones noté que no veía a la peli, me veía a mí. ¿Qué me pasa? ¿Sentirá él lo mismo?Pensaba mientras acariciaba su cabello, él sólo cerraba sus ojos por momentos, como si estuviera disfrutando por completo de un acto tan sencillo pero a la vez tan íntimo. ¿Por qué mi cuerpo arde de esta manera? "Dios, Dayleen. Lo acabas de conocer ¡C Á L M A T E!" me repetía a mi misma en la mente, intentando callar todos esos pensamientos románticos y de morbo que empezaban a hacer eco en mi cabeza.

El día acabó demasiado rápido y debia regresar a casa.
-Quédate un poco más ¿Sí?- dijo Dave, mirándome como si yo fuese un bendito Ángel.
Tuve que tener demasiada fuerza de voluntad para no hacerlo, no entendía que carajos me estaba pasando, ahora lo entiendo, empezaba a perderme en esa sonrisa, la misma que acababa de declararme la guerra, y yo no tenía armas para defenderme, ni quería hacerlo.
-¿Me acompañas a la estación? Dije viéndolo con malicia.
Cor soltó una ligera carcajada al notar lo que sucedía entre los dos.
Me despedí de él con un abrazo enorme, iba a echarlo tanto de menos.

Camino al transmi Dave me tomó de la mano, me sentía tan vulnerable. ¿Todo esto en un día?
¿Qué podría suceder después?

JODER, TE QUIERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora