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La temporada de vacaciones empezaba oficialmente. El sol brillaba con intensidad, las familias preparaban maletas para visitar a sus seres queridos o viajar a un lugar cálido para salir de la rutina del diario vivir. Entre ellos estaba Dave.
Mi chico viajaría por casi tres semanas al pueblo donde casualmente ambos habíamos crecido y teníamos a nuestra familia.
¿Casualidad?
Entre más lo conocía, descubría que siempre habíamos estado cerca de manera indirecta. Mismos lugares, colegios, incluso amistades. Como si todo fuese puesto de manera meticulosa en nuestras vidas para que en el momento de estar listos cruzaramos caminos por un gran amigo en común.
Cor te debo una enorme...

Al momento de despedirme tuve que tener una fuerza de voluntad descomunal "viaja conmigo" me había dicho de manera tentadora aún sabiendo que no podía hacerlo por más que quisiese. Debía trabajar dándole asesoría a unas chicas y de no haberme comprometido estaría alistando todo para visitar ese hermoso lugar en donde había crecido y que tanto conocía. Pero a su lado, desde su perspectiva. Conocer su familia. Presentarle a mamá. Escudriñar con cautela ese pequeño pedazo de su vida y que a su vez conociera el mío. Pero la realidad era otra.
Mi precioso chico de ojos oscuros tendría que viajar solo y la disparatada chica que tenía por novia se quedaría en la ciudad esperando su regreso.

*
-Voy a echarte tanto de menos Day...
Cada palabra salía de su boca con una punzada de dolor, como si al irse dejara una parte muy valiosa de su vida conmigo.
-Bueno, dejemos el drama, mejor ve y disfruta por los dos. Aquí me quedo esperándote con ansias para tu cumple.
-¿Vas a despedirte así sin más?- Conocía bien esa sonrisa pícara, su mente estaba llena de perversidades y amaba con demencia esa parte de él.
-Dave- dije con seriedad fingida- Tu hermana y tu primo nos están esperando en la sala, cualquier pensamiento sucio que tengas en mente queda anulado.
-¿Estás segura? Tus pupilas dilatadas me dicen que deseas lo mismo...
Empezó a desabrochar su pantalón mientras mordía su labio inferior con insolencia y malicia.
-Dave no...
Mis suplicas fueron ignoradas, la tensión magnética que siempre había entre los dos se hizo más fuerte e imposible de ignorar. El cosquilleo en cada milimetra parte del cuerpo. El corazón a mil. La carne pidiéndote a gritos complacerla.
Tomó con firmeza mi cabello y de rodillas inclinada hacia su sexo le dije por última vez -"¿Estás loco? ¿Eres consciente de que en cualquier momento nos pueden ver?- Sonrió. Sonreí de vuelta.
Mi boca se apoderó de su perfecta erección. El gimió. -"Shhhhh"- Saber que los movimientos de mi lengua le ponían complicada la tarea de hacer silencio me excitaba aún más. Mis ojos lo veían de manera dominante al tiempo en que mi boca lo sentía tan duro y extasiado a por mí. Halaba fuerte de mi cabello mientras me follaba la boca, el alma, la vida misma.
Aceleré un poco, disfrutando de cada vaivén que se apresurada con total intensidad, él reprimía los gemidos cerrando los ojos y mordiendo su camisa. Yo me dejaba llevar con la adrenalina recorriendo mis venas, y esperaba con ansias probarlo completamente. Sentir de su líquido caliente bajando por mi garganta.
Se vino en mi boca lentamente, rendido ante mi, disfrutando del momento. Amándonos cada vez un poquito más. Como sólo se ama al puto amor de tu vida.
Casi al instante de arreglarme un poco el cabello Mare, su hermana entró a la habitación, nos miró pícaramente y nos dijo ¿Salimos?

Dave y yo sonreimos al tiempo con satisfacción y melancolía a la vez. Mariposas bailando a través de mi cuerpo con la misma melodía que las suyas.

-No me quiero ir sin ti ¿Qué carajos has hecho conmigo Dayleen?
- Cállate o te pediré que me folles muy duro justo ahora.
Soltamos una carcajada y nos abrazamos fuerte, sería tarea difícil no echarlo de menos, acostumbrarme a los fines de semana sin él, pero era una prueba que definiría que tan fuerte era este sentimiento tan extraño que producía en mí.
"Viaja conmigo" me dijo, sin saber que hace mucho mi corazón caminaba junto a él.

JODER, TE QUIERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora