-¿Cómo quieres que esté Dave?
-Sí, lo entiendo pero escuchame, hablemoslo, siempre solucionamos las cosas no voy a dejar que esta sea la excepción.
-No tengo nada de que hablar, ya te dije. Quiero irme, no voy a hacer parte de tu lista de mierda.
-¿Cuál lista de mierda de qué carajos hablas?
Ni siquiera me preocupé por ocultar mi enojo, al contrario, en tono airado le respondí -¿Crees que no te escuché hablando con Louis de las chicas que traías aquí antes de mí?
-Dayleen, simplemente me preguntó por una amiga en común que vino un par de veces, nunca hubo nada serio además es pasado, jamás lo he ocultado.
Su rostro me transmitía desconcierto y yo me debatía entre dejarlo pasar, calmarme y olvidar o echarle más sal a la herida y seguir a mis pensamientos arrebatados y adoloridos que se abrían paso en mi interior.
-¡No! ¡no es tu puto pasado lo que me dolió Dave yo también tengo un pasado, todo el mundo lo tiene! pero el escucharte hablar alardeando de todas las mujeres que has tenido como si fuesen una maldita lista de mercado me hizo cuestionarme muchísimas cosas. ¿Quién chingados seré yo en un tiempo? ¿De que manera te vas a referir respecto a mí?
Me interrumpió justo cuándo más enojo sentía.
-Day, cálmate. Sólo fue una estúpida conversación sin sentido. Déjame explicarte, escuchame...
-¿Explicarme qué? ¡Escuché la manera en la que te referías a ellas! ¡No voy a hacer parte de tu maldita lista de mierda, no soy una más!.Sus labios temblaban, no sé si por la ira o por el dolor que le causaban mis palabras, si estaba actuando lo hacia muy bien y si era cierto tendría que hacer más que eso para convencerme.
-¿Parte de qué Day? Sabes bien que eres diferente, me conoces lo suficiente para saber que no te miento, que te amo, que por eso decidí esperar, ir despacio, conocerte y me duele cada cosa que dices, después de todo lo que he hecho para demostrarte lo que siento.Intentaba con insistencia tener contacto visual conmigo pero lo evadia, odiaba cada cosa que sentía en ese momento, recordarlo hablar de esas chicas con esa sonrisa de satisfacción me revolvía el estómago.
-Dayleen solo respóndeme algo ¿Realmente quieres irte? ¿No quieres estar más conmigo?
-No, no quiero.
-¿No quieres qué?
-No quiero estar más contigo, no quiero involucrarme más para que después sea parte de tu colección, no quiero seguir dándolo todo y terminar vuelta mierda mientras tú logras lo que querías.
-¿Y según tú que quiero Day? ¡Te quiero a ti joder! Sí, fuí un idiota por seguir el hilo de esa conversación, y te lo recuerdo cada vez que puedo, mi- vida-cambió-desde-que-te-conocí. Y no me arrepiento de nada, todo eso me hizo llegar a ti, me ayudó a aprender a reconocerte, porque sabía que cuando aparecieras en mi vida ibas a ser distinta al resto, que no serías un cuerpo más donde saciarme, tú me das más, haces que me sienta en un puto éxtasis. Te amo Day, no me hagas esto. Escuchame...
Su semblante cambió por completo, sólo podía ver rabia y desilusión en su mirada.
-Te pregunto por última vez Dayleen. ¿En serio, te quieres ir?
Una parte de mi detestaba tan solo el hecho de pensar en alejarme, pero la parte orgullosa arremetía con fuerza y me obligaba a mantenerme en mi posición.
-Sí. Dame permiso.
Como rayos lograba ser tan dura cuándo bien sabía que estaba destrozándome por dentro. Como carajos podía dejarme dominar por el maldito orgullo si bien sabía que tenía razón, yo sabía lo que eramos, lo sabía.
Justo cuándo iba a cambiar de opinión y mi corazón empezaba a aplacarse Dave tomó las llaves del apartamento y dándome la espalda cerró la puerta de golpe. El sonido fue tan estridente que hizo eco una y mil veces más en mi cabeza, se había marchado, ni siquiera sabía a donde podría haber ido. Bien por ti Dayleen, era eso lo que pedias ¿No?
Un nudo en mi garganta me recordaba que todo estaba doliendo más de lo que pensaba, pero no, no podía dejar que me dominara. Estúpida. Estúpida. Estúpida. Lo has dejado ir.
Respiré hondo y me prometí a mi misma ser fuerte lo más que mis sentimientos me lo permitieran. Tomé mi bolso y de forma impulsiva guardé todo lo que era mío y que encontraba a mi paso, ni siquiera me inmuté en organizarlo antes, quería salir de ese lugar, de mi lugar, como amaba este sitio, como lo amaba a él...
Abrí el closet y ver mi ropa organizada en su guardarropa me recordó a Dave ubicándola allí, feliz porque una parte de mí estaría con él, tomé el cepillo de dientes y nuestras risas en las mañanas haciendo muecas en el espejo vinieron a mi mente como un recordatorio fehaciente del amor que existía entre el y yo, no Day, no te quieres ir, que acabas de hacer maldita sea...Dí un vistazo a mi alrededor, la pantalla de mi celular alumbraba, lo apagué. Bajé el ascensor y la imagen de nuestros cuerpos abrazados luego de un día agitado llegando a su casa me atormentaba. No más recuerdos, no más por favor. Quiero ser fuerte.
El recepcionista se extrañó al verme salir con todas mis cosas pero fingí ignorarlo, tenía otras cosas por las qué preocuparme ahora. Llegando a la estación un aguacero repentino me dejó mojada por completo ¿Por qué chingados tiene que llover justo ahora? ¿Siempre será un maldito drama mi vida?
Las lágrimas se deslizaban por mis mejillas mezclándose con la lluvia y lo que quedaba de maquillaje, cerré los ojos y respiré hondo. Al abrirlos lo vi caminando en dirección opuesta a la mía, nuestras miradas se cruzaron, tenía una caja de cigarrillos en su mano derecha y con la otra se limpiaba su cara de... la lluvia? Cuándo estábamos a escasos centímetros se desplomó en mi pecho y lloró como un pequeño niño perdido... No pude más, lo abracé y lloré con él.
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JODER, TE QUIERO
Teen FictionLo conoció y era predecible, esa sonrisa la atraparía, no sabía si duraría semanas, meses, años, una vida o dos. Sólo sabía que conocerlo a él era el comienzo de un torbellino de emociones que empezaba en la comisura de sus labios y terminaba en la...