special chapter part two❤

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-En serio Day, eres mi huevo kinder sorpresa es la mejor manera para describirte.
Sonreíamos al unísono viéndonos frente a frente después de haber acabado con la alacena en un repentino ataque de hambre, estaba en mí apartamento y yo me sentía extrañamente feliz, no quería dejarlo ir nunca.
-A ver, a ver ¿Me explicas esa analogía extraña tuya?
- Mira pequeña señorita ¿Has visto cómo le brillan los ojitos a un niño cuándo le van a comprar uno de esos? Bueno, así me brillan a mí cada vez que te veo.
-Vaya, pero que creativo eres querido Dave.
- ¡Déjame terminar!- Sonreía con picardía y me miraba detalladamente a los ojos- ¿Y notas el afán y al mismo tiempo la delicadeza con la que quita la cubierta? Así me siento yo cuándo desnudo una parte nueva de ti, quiero  saberlo todo con desespero pero a la vez procuro no dañarte, ir con cuidado hasta llegar a la parte dulce y exquisita que hay en tí, y justo cuándo me estoy deleitando ¡Pump! Descubro una sorpresa diferente, siempre encuentro algo nuevo en ti, algo que me hace amarte más y más de lo que de por sí ya te amo.
Terminó de hablar, y me abalancé sobre él llenándolo de besos y cosquillas, nuestra risa al unísono llenaba todos los espacios que yacían vacios en mi habitación. Tenerlo en una zona tan mía era demasiado intimidante, el hecho que admirara las pinturas que hacía en ratos de ocio, o que viera con un entusiasmo igual al mío cada uno de mis libros, encajaba a la perfección en ese lugar, en mi lugar.
-Bueno, si sigues sonriéndome así no voy a responder- dijo Dave susurrando a milímetros de mi oído.
-¿Qué piensas hacer? Aquí soy yo quién tiene el control, y deja de mirarme el pecho o tendré que cambiar de blusa.
-No es culpa mía que mi chica se parta de lo buena ¿Quieres que te diga todo lo que imagino con ellas?
Si alguien sabía intimidarme con sus comentarios repentinos, sucios y fuera de lugar era él, traté de disimular mis nervios cambiando de tema pero Dave era astuto y seguro de sí mismo, si quería algo lo obtendría.
-Entonces Dave ¿Qué prepararemos de cena?
-Mi cena está lista y sus ojos me están suplicando que me la devore justo ahora.
-¡Cállate! ¡Eres un sucio!-dije con los ojos abiertos como platos y en medio de risas.
-Te encanta que sea así, admítelo, mira como se eriza tu piel con sólo unas palabras, como se empiezan a mover tus piernas con inquietud, como me evitas la mirada porque sé que tus pupilas están dilatadas sólo de oirme, y eso amo de ti, puedes ser la chica más recatada, mi hermosa dama, pero a la vez eres perversa, deshinibida, me sigues el juego y te inventas muchos más...
Se abalanzó sobre mí quitándome la blusa y el short con rapidez.
-Las persianas. Ciérralas. -me dijo en tono autoritario.
-Lamento decepcionarte, pero no cumplo ordenes.
-Por mí no hay problema, la sola idea de pensar que podría haber más de un voyerista viendo como te cojo duro y gimes mi nombre me excita aún más.
-Nada de gemidos. Los vecinos pueden escuchar- dije en un hilo de voz apenas audible.
-Querida y preciosa Dayleen, te deseo suerte reprimiéndolos.
A ese punto y sin un poco de tacto, ya mi cuerpo se moría por sentirlo, siempre había tomado el control de todas las situcaciones pero con él era tarea imposible. Cada parte de mi ser lo amaba, ansiaba sus caricias, sus besos, sus embestidas.
Me giré dándole la espalda y con su mano izquierda acariciaba mi cabello con suavidad, quería torturarme hasta que yo misma le suplicace que me hiciera suya. Besaba mi cuello y bajaba lentamente a mi espalda marcando un camino de pequeños y ardientes mordiscos a su paso al tiempo en que yo me retorcia de placer por el efecto embriagante que provocaba en mí.
Desabrochó el brasier negro de encaje que llevaba puesto y con su mano derecha empezó a frotarme los senos con una cautela que me volvía loca. Retiró mis bragas, haló con fuerza mi cabello y me dijo -Pídelo. Pídeme que te haga mía.
El hormigueo que sentía por todo el cuerpo iba en aumento, había ganado, todo lo que quería en ese monento era sentirlo dentro de mí.
-Te lo pido, hazme tuya en este mismo instante.
Me penetró con vehemencia y tuve que morder las sábanas en un intento fallido de ahogar mis gemidos.
La adrenalina de pensar que en cualquier momento podrían vernos a través de la enorme ventana me estremecia. Estaba loco y yo estaba aún más loca por él.
Sus manos presionando fuerte mis caderas. El sistema nervioso a punto de estallar. Sus embestidas más fuertes y seguidas. Mi cuerpo sintiendo uno de los mejores orgasmos. Su miembro viniéndose dentro de mí. Silencio. Respiración entrecortada.
-Day...-Su voz sonaba agitada y grave- Tenía miles de miedos antes de conocerte pero teniéndote a mi lado todo eso desaparece.
Lo abracé como sólo se abraza al amor de tu vida, el calor de nuestros cuerpos desnudos nos envolvía. No respondí nada, por la forma en que ladeaba mi cabeza en su pecho él sabía que se lo agradecía porque si alguien había perdido sus miedos de golpe después de haberlo conocido era yo.

JODER, TE QUIERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora