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Un niño se encontraba llorando sin hacer ruido, estaba junto a un árbol hecho bolita, con su cabeza oculta entre sus rodillas.

El pelinegro que pasaba por ahí, observó a aquel niño y rápidamente se acercó a él. Se sorprendió al ver que se trataba de Kim Taehyung, un niño que es muy conocido por siempre sonreír.

—Disculpe...

El castaño abrió los ojos e inspeccionó al más bajo, secó sus lágrimas y se paró.

—¿Qué pasa?

Puso la mejor sonrisa que le permitía su estado de ánimo.

—¿Por qué estaba llorando?

El más alto mordió su labio inferior y suspiró con pesadez.

—Por nada. Yo estoy feliz, siempre lo estoy.

Dijo aún tratando de sonreír. El pelinegro ladeó su cabeza y segundos después abrazó al castañito, las ganas de llorar volvieron y se permitió quebrarse en brazos de aquel niño con el cual jamás había hablado.

—Mamá dice que a veces lo único que necesitamos es un abrazo, dice que llorar un rato no nos hace débiles... ¡Nos da fuerza para seguir adelante!

—Mi papá dice que los hombres no lloran...

El pelinegro se apartó del contrario, y bajó la vista.

—Mi papá dice lo mismo... Pero mamá siempre llega y me dice que llorar me hace humano.

El más chico sonrió enormemente, mostrando sus dientes. El castaño quiso reír por lo tierno que parecía el niño. Le faltaban los dos dientes de adelante.

—¿Cómo te llamas?

—Jungkookie.

Respondió rápidamente y se sentó en donde estaba el castaño.

—¿No vas a preguntar por mi nombre?

El bajito negó con la cabeza repetidas veces.

—Yo te conozco. ¡Eres Kim Taehyung! El chico de bonita sonrisa.

Sus mejillas se sonrojaron al escuchar al niño decir aquello.

—Es tarde...—miró su reloj—¿No deberías ir a casa?

—No. Aún no se ven las estrellas.

Taehyung alzó una ceja y se sentó a lado del menor.

—¿Las estrellas?

—¡Sí!— movió sus bracitos— estoy seguro de que hoy habrá una más grande y brillante que todas.

—¿Por qué estás seguro de eso? ¿Estudias para ver las estrellas?

—¡¿Se puede estudiar algo así?!

Preguntó emocionado, parándose de un salto.

—Yo creo que sí... Mi mamá dice que yo podría estudiar lo que quiera.

—¡Voy a viajar a las estrellas!

—¿Pero cómo sabes que habrá una grande y brillante?

El niño pareció pensar mucho si debería decirle o no.

—Por que te conocí.

...

La noche cayó, y poco a poco se podían ver algunas estrellas. El castaño miró a una en especial, que definitivamente era la más bonita.

—¡Esa es la estrella!

—Jungkookie...

—¿Qué pasa, TaeTae?

—Tú y yo nos vamos a casar cuando entres a la universidad.

—¡¿Qué?! ¿Está loco, hyung?!

Tae miró sonrojado al chico, de verdad que pensó que sería una buena idea decir aquello.

—Lo siento...

—¡Tenemos que casarnos antes!

Ambos se miraron sonrientes. El más alto tomó la mano de su pequeño pelinegro y continuaron viendo el cielo.

Una noche "sin" estrellas (VKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora