Jungkook estaba sentado en la camilla, esperando por su tratamiento. Su abdomen dolía como el demonio. Había intentado que el tratamiento no fuera tan excesivo, pero sus dolores habían aumentado las últimas semanas.
—Estarás bien, Jungkook.
—¿De qué serviría seguir vivo si no voy a poder ver las estrellas?
—Sigues pensando en esa estupidez... Sólo cállate y prepárate.
El doctor llegó y con una sonrisa hizo un ademán para que Jungkook pasara.
Se acostó en aquel lugar que parecía una cápsula en la que los personajes de las películas eran congelados y los descongelaban 100 años después.
...
—¿Cómo te sientes?
—Me duele la cabeza y cada vez veo menos. ¿Eso querías escuchar? Estoy en la mierda, padre.
—Me hablas como si yo hubiese la maldita culpa, cuando la culpa la tiene-
—Cállate. No te atrevas. ¡Tú la abandonaste! ¡Usaste mis preferencias sexuales como pretexto para dejarla!
—¡Claro que no fue un pretexto! ¡Yo no quería criar a un hijo marica!
Jungkook se levantó de la camilla aunque su cabeza le dolía.
—¡Qué mal por tí, por que tienes un maldito hijo homosexual! ¡Uno que no podrá ser feliz con su novio! ¿Eso querías? ¿Querías verme sufrir? Tal vez tú tengas un hijo marica. Pero yo... Yo tengo a un asesino como padre.
El mayor estuvo a punto de golpear a su hijo, pero se detuvo al ver que el menor ni si quiera se dió cuenta. No podía verle lo suficiente.
—Hijo... Yo...
—Cállate. No te quiero escuchar. Espero morir pronto para no seguir siendo una carga para tí. Sé que es lo que más quieres. La única razón por la que me estás ayudando es por que tu conciencia no soportaría saber que pudiste hacer algo para que yo no muriera... Ya que no hiciste nada por mi madre.
El señor Jeon salió de ahí con lágrimas en los ojos. Lo que su hijo decía no era del todo mentira. No hizo nada para salvar a la madre de Jungkook.
Las horas pasaron y el doctor volvió a la habitación de Jungkook.
—Jungkook... Es hora de la siguiente sesión.
—Doctor, lo único que puedo ver ahora no es nada más que manchas borrosas. Dígame, ¿cuántas sesiones hacen falta para que lo único que pueda ver sea el color negro?
El doctor tragó duro.
—Puede que haya una esperanza de que-
—Deje su positividad de lado, doctor. Usted sabe que voy a quedar ciego. ¿No? Dígame ahora, ¿cuánto calcula?
—Tal vez unas 8 sesiones...
El pelinegro se levantó y dejó que lo guiaran hasta la cámara hiperbárica de nuevo.
...
Taehyung conducía desesperado hasta Seúl, se quedó con un amigo de por allá. Hoseok vivía en Seúl y le ofreció alojamiento.
No sabía en qué maldito hospital podría estar Jungkook.
Al llegar a casa de su amigo, ambos se pusieron a investigar los hospitales donde trataban la anemia drepanocítica...
Sólo había dos hospitales con la indumentaria necesaria para atender esta enfermedad, por lo que ese día fueron a ambos hospitales, Hoseok a uno y Taehyung al otro.
Taehyung no tuvo buenos resultados, sin embargo Hoseok le llamó.
—¡Aquí está, Taehyung! ¡Jeon Jungkook está en este hospital!
Taehyung partió de inmediato a donde su amigo se encontraba.
—Disculpe, quiero ver a Jeon Jungkook— dijo a la secretaria que estaba ahí— soy su novio.
—Lo siento. Su padre me dió órdenes claras. Sólo él puede verle.
Intentó correr para meterse allí, pero un guardia de seguridad lo detuvo.
—¡Necesito ver a mi novio!
Sacaron a los chicos de ahí.
Taehyung se sentía deprimido, regresaron a la casa de Hoseok e idearon un plan para ver al menor.
Lástima que para cuando lo terminaron, habían pasado dos días. Y por lo tanto 6 sesiones de la oxigenoterapia hiperbárica.
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Una noche "sin" estrellas (VKook)
Short StoryJungkook iba cada viernes a la casa de Taehyung para pasar la noche en el techo de su casa mientras observaban las estrellas. Pero ese viernes... Ese viernes no había ninguna maldita estrella en el cielo.