En una torre se encontraba una muchacha suspirando mientras miraba hacia el horizonte, ella poseía la piel blanca como la nieve, unos hermosos ojos de tonalidades azules y al mismo tiempo verdes, extraños y hermosos ojos que como gemas emitían un brillo ante las lunas que se veían desde la superficie de aquella torre,
Al mismo tiempo que la melancolía se apoderaba de su rostro con sus pequeñas manos dejaba caer pequeños pedazos de polvo que se habían amontonado en una de las ventanas de la torre, si aquello podría llamarse ventana ya que solo era un gran hoyo hecho en la pared.
Mientras el frio envolvía los alrededores ella se preparaba para descansar un día mas, antes de que las lunas fueran envueltas por las nubes del cielo.
Algunas palabras salían de sus labios aunque no eran pronunciadas en tono fuerte, ya que no había nadie cerca para que las oyeran, esas palabras eran dirigidas para si misma mientras seguía suspirando inconscientemente.
- cuando será el día que pueda morir fueron las palabras pronunciadas por sus pequeños labios arqueados en decepción.
Años no muy distantes mientras los humanos se encontraban en plena guerra había nacido una princesa con un rasgo particular, aquel rasgo era desconocido y peligroso difícilmente podía ser controlado, con el pasar del tiempo aquella rara habilidad aumentaría añadiendo el daño que causaba, esta era la habilidad de ojos de la muerte, un rasgo que solo los demonios podían poseer o así ellos pensaban.
No era una habilidad común para nada, ni siquiera entre los demonios de elite, solo se le había visto tener una habilidad parecida a un rey demonio el cual fue subyugado por el héroe de la misma nación.
Pero eran mucho más fuerte en esta niña recién nacida, al inicio solo aquejaba malestar en los que se aproximaban, pero pasando el tiempo mientras crecía vieron el crecimiento de sus poderes, las plantas en el castillo comenzaban a secarse y los animales se alejaban por instinto, ya no era solo sus ojos, sino toda su presencia en sí.
aunque fuera un método cruel decidieron quitarle aquella maldición de raíz, extrayendo aquello que le daba tal habilidad, a los 4 años le habían quitado uno de sus ojos en una cirugía cuidadosamente elaborada, pero desafortunadamente aquella niña también posea otra habilidad rara, esta era regeneración divina, una habilidad que curaba todas las heridas de su usuario, incluso podía regenerar las partes perdidas del cuerpo, fue entonces al ver que su ojo izquierdo volvía a regenerarse dejaron la idea de seguir con aquel tratamiento, por esas razones no tuvieron más elección que confinar a aquella princesa en una de las grandes torres de la frontera, la más alejada se encontraba en las tierras desiertas cerca de un pequeño riachuelo que pasaba por debajo de la torre como suministro de agua.
Una gran torre había sido edificada en aquel lugar para la vigilancia pero con el pasar de los años se encontraba totalmente desierta y empolvada,
Suministrándola de alimentos y con un canal que llevaba agua fue que se le pidió esperar hasta que encontraran la cura para tal estado, a los 6 años ella se había quedado totalmente sola esperando que se cumpliera aquella promesa, pasaban los días mientras era visitada por algunos sirvientes, ellos traían ropa nueva y más alimentos por órdenes del rey. Sin embargo poco a poco las visitas eran menos frecuentes, hasta que cierto día un sirviente al acercarse a la torre cayo repentinamente al suelo con sangre en los labios, así es su habilidad ya era exageradamente poderosa no eran ya solo los ojos si no también un aura oscura envolvía a aquella muchacha la cual ya podía matar instantáneamente a una persona común, el rey no pudo hacer nada más que esperar que su hija muriera, había cometido un grave error al creer que encontraría una cura a futuro sin prever que su habilidad crecería con el pasar del tiempo y para evitar que más víctimas aparecieran en las cercanías del reino un hechizo enorme se realizó en aquella torre, con orbes y núcleos mágicos poderosos construyeron un muro mágico el cual nadie podría atravesar o salir, era una manera cruel pero como un rey no podía hacer nada más, acercarse a la torre era suicidarse voluntariamente, hasta el día que ella pudiera morir ya sea por inanición o por el pasar de los años se quedaría atrapada en aquella torre.
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El coleccionista de otro mundo
FantasyEsta es la historia de un estudiante de secundaria que es invocado a un mundo de fantasía, sin embargo él no posee habilidades tramposas, armas legendarias y tampoco nada de dinero. Lo único inusual es que él rejuveneció alrededor de cinco a seis añ...