Capítulo 7

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Capítulo 7

Me senté en la cama con Blas, y estuvimos un par de segundos en silencio. Por fin el, se decidió a hablar.

-Creo que Carlos ya te contó algo de esto. -Me miró seriamente, y después continuó - No soy completa y parcialmente un Diablo.

-Me contó algo, y yo dije que si era una mezcla de razas.

-Sí que lo es. Mi padre fue destinado a casarse con una diabla, pero se enamoro de mi madre..

-Lo dijiste. Ya me lo contaste, pero, hay algo que sigo sin entender. El como se pudieron enamorar, sin ni si quiera ser de los mismos reinos. -Le dije muy despacio. Blas parece que se detuvo a pensar.

-¿Sabes? El amor es algo demasiado abstracto e indefinido. Depende de lo que nosotros percibimos y vivimos. No existiría si no existiésemos. Y somos muy volubles... así que el amor también puede serlo. El amor se consume, nos desfallece, se rompe, nos rompe, se revive... nos revive. El amor no puede ser eterno, pero nos hace eternos. -Y esbozó una sonrisa.

Me quede unos segundos analizando todas las palabras que habían salido por su boca. ¿Como podía tener tan fina labia? 

-Sin duda, eso no es tuyo.

-Claro que no. ¿Como iba a poder yo recitar tal fragmento sobre el amor sin ni si quiera haberlo experimentado antes?

-¿Nunca te has enamorado?

-Los diablos no se enamoran, Lu. Ni si quiera sentimos dolor, ni tristeza. Somos inmunes, no tenemos alma, y no nos percatamos de nuestros malos actos.

-Tu mismo has dicho que no eres un Diablo por completo -Dije sonriendo. Blas se quedó pensativo unos segundos.

-Tienes razón. Quizá no sea tan nefasto como creo. -Dijo riendo. Yo sabía que el si podía sentir como un ángel.

-¿No tienes alguna pretendienta, como la tuvo tu padre en su momento?

-¿Te refieres a una diabla? la verdad, no lo sé, mi padre aún no me a comentado nada, así que supongo que no.

-Yo te encuentro un tanto cariñoso. No te podría imaginar desgarrándole el cuello a nadie. -Blas sonrió ante mi comentario.

-Ahora estoy mostrando mi faceta angelical. Y es mejor que no me hagas sacar la oscura. Tengo dos personalidades, ambas opuestas, completamente distintas. ¿Tu podrías vivir con eso, Lucie?

-Se me haría extraño..difícil, y sobretodo muy duro. -Dije, mientras le apoyaba una mano en la espalda. Este gimió un poco. -Perdona.. ¿te he hecho daño?

-No, no ha sido tu culpa. -Dijo aún con la mueca de dolor en la cara.

-¿Estás bien? déjame verte -Me acerqué a el, pero se alejó exageradamente de mi.

-Estoy bien, solo.. un par de rasguños. Me escuecen un poco, pero no es nada importante.

-Déjame verlos, solo quiero ayudarte -Le dije mirándolo con dulzura. La mirada firme de Blas se ablandó en cuestión de segundos, y se acercó a mi. Se quitó la camisa, y miré todas las heridas de su espalda.

-¿Quién te ha hecho esto?

-Fue.. mi padre

-¿¡Tu padre!? ¿¡Pero que tipo de bestia es ese hombre!?

-¡El Diablo, amiga! -Gritó.

-Eh, lo siento, a sido una pregunta retórica -Dije haciendo una mueca. Corrí al baño a por el botiquín, y volví. Blas se tumbó en el sofá boca abajo y empecé a echarle agua oxigenada en cada herida abierta. 

Un Diablo Enamorado {BlasAuryn} (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora