Capítulo 15 - Ser tan buena no puede ser bueno

893 63 52
                                    

SI AÚN QUEDA ALGUIEN QUE SIGA LEYENDO ESTO, LO SIENTO EN EL ALMA POR ABANDONAR WATTPAD. No sé exactamente cuanto tiempo lo he dejado. No estoy segura. El caso es que me sentía sin inspiración, y pido disculpas. Supongo que la novela habrá perdido muchos seguidores por abandonarla, pero si tu eres una persona, y estas leyendo esto, GRACIAS POR DIOS, GRACIAS POR NO ABANDONAR A BLAS.

Y sin más dilación, y con todas mis disculpas...

Capítulo 15

Abrí mis párpados de par en par y me estiré gustosa entre las sábanas. Froté con empeño mis ojos para deshacerme de las legañas, y cogí el móvil de la mesita de noche.

Eran las siete y dos minutos justos. Solté un gemido perezoso, y bostecé. Era demasiado pronto cómo para comenzar a ser persona. Me quedé unos segundos inmóvil, y de nuevo me estiré. Esa tremenda mentira, ese dicho tan famoso que dice “Al que madruga dios le ayuda” Falso. Sólo te da tiempo a hacer más tareas...pero al final del día, ¿De verdad te sientes realizado? Quizá lo pruebe algún día.

Habitaba un silencio placentero. No tenía por qué levantarme, pero algo me decía que lo tenía que hacer.

Encendí la lámpara que tenía al lado, y muy despacio fui inclinándome para sentarme. Me percaté de la ausencia de alguien, apoyado en el sofá frente a mi cama. Pensé que era mi madre.

Me paralicé por unos segundos y así mis ojos se fueron adaptando a la luz. Y poco a poco fui dándome cuenta de que no era ella quien estaba sentada allí.

-Aún es pronto. Sigue durmiendo. -Me dijo Blas, desviando su mirada hacia la ventana, en un tono suave. Me tembló toda la columna vertebral.

-¿Que haces aquí? -Conseguí decir en un susurro.

-Vine hace un rato. Quería verte. -Contestó. Continuaba mirando hacia la ventana.

-¿Por qué no me has despertado? -Dije bajándome de la cama.

-Quería que descansases. -Se levantó del sofá y comenzó a zarandearse por mi habitación, acercándose más a la ventana, para mirar a través de ella. Se giró despacio, y de reojo me miró. Con su habitual indiferencia, suspiró.

-Y...¿Que quieres? -Subí la persiana. Ahora fui yo quién le miró de reojo. Estaba sacando de nuevo su libreta negra y su pluma. Me sentí incómoda.

-Pereza. Segunda prueba fallida...

-¿Me estas llamando vaga? -Le dije.

-Al contrario.

-¿De que trata esto?

-Ya te lo dije. Son órdenes de mi padre. Una especie de pruebas, son tonterías. No te preocupes por ello, Lucie. -Dijo mientras seguía anotando. Di un suspiro.

-Esta bien...voy a desayunar. -Contesté cortante. No iba a pelearme de nuevo con el. Al menos, no a las siete de la mañana. No perdí el tiempo y bajé volando hacia la cocina. Entre por la puerta, pero Blas ya estaba ahí. Y ya no era sorprendente.

-No me gusta que me interrumpan. -Se acercó a mi. Sus pupilas cristalinas penetraron en las mías. Debo admitir que este don que tiene, es amenazante, pero a la vez tentador.

-Con que tentador...¿no? -Oí su voz detrás de mi. ¿Se había multiplicado?

-Y triplicado. -Dijo, apareciendo un tercer Blas a mi izquierda. Rodeada de 3 Diablos, genial. De repente, desaparecieron.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 13, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un Diablo Enamorado {BlasAuryn} (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora